Hace casi una semana evitó el tema en un programa de radio, cuando este diario lo consultó por primera vez prefirió no hacer declaraciones y ayer, se mantuvo en la misma línea. Jorge Escobar no quiso hablar de Juan Carlos Rojas: "no tengo nada para opinar", aseguró el ex gobernador, que ya sabía del fallecimiento de quien lo secundó en el inicio de su primera gestión.
La respuesta de Escobar tiene una larga historia detrás. Rojas era su vice, el custodio político de sus espaldas, hasta que se desencadenó la recordada destitución que quebró la estrecha relación que mantenían.
Ayer, escuetamente, Escobar dijo que no sabía si iba a ir al sepelio de su primer vicegobernador.
Mientras tanto, algunas figuras contemporáneas a la gobernación de Rojas coincidieron en señalarlo como un hombre "conciliador", que en momentos de crisis consultó y compartió decisiones con los partidos de la oposición (Ver Dicen de él). Y reconocieron que eso le permitió una convivencia política en paz puertas hacia afuera, cuando en su propia fuerza se vivían momentos de tensión y convulsión por la salida de Escobar.
Su amigo Emilio Mendoza, que lo acompañó como vicegobernador, lo definió como "un gran tipo" y aseguró que en su gobierno se hicieron "más obras que nunca".