Al quedar en manos de la Universidad Católica de Cuyo la formación académica de los uniformados, los 38 docentes de la ahora vieja Escuela de Policía dejaron de cumplir funciones y recibieron primero una licencia extraordinaria con goce de haberes. Pero el Ejecutivo decidió finalmente darles de baja, por lo que a partir de septiembre ya no cobrarán su sueldo. La resolución tiene fecha del 1 de agosto, pero salió a la luz la semana pasada.

La Escuela de Policía era la histórica institución en la que los aspirantes a agentes y a oficiales se preparaban para ingresar a la fuerza. Sin embargo, la gestión giojista impulsó un proyecto para profesionalizar a los postulantes para que tengan una capacitación más estricta a la hora de actuar en la prevención de hechos delictivos y en investigaciones criminales. Así, el 3 de febrero de 2012, se firmó el convenio entre el Gobierno y la Católica, en el que la institución universitaria se hizo cargo de la currícula de la carrera policial (ver recuadro). De esa manera, la tradicional Escuela quedó sin razón de ser. Las actividades en la Escuela de Suboficiales y Agentes Francisco Laprida, en la de Cadetes Antonino Aberastain y en la Superior Domingo Faustino Sarmiento fueron suspendidas, por lo que el cuerpo docente ya no tuvo tareas que desarrollar. Se trata de 20 policías retirados de alto rango (comisarios, subcomisarios y oficiales principales) y 18 civiles, entre los que se encuentran abogados, médicos y profesores. La casa de altos estudios no sólo absorbió la formación académica con su staff sino también la instrucción estrictamente policial. Para esto último, contrata a uniformados (de San Juan o de otras provincias) para que den, por ejemplo, prácticas de tiro y a especialistas para que brinden clases de preparación física y de defensa personal, resaltaron fuentes calificadas.

El ministro de Gobierno, Adrián Cuevas, explicó que desde el año pasado se autorizó el otorgamiento de una licencia extraordinaria con el mantenimiento del sueldo, hasta que se resolviera la situación los docentes. Las fuentes resaltaron que un profesor estaba cobrando entre 4 mil y 5 mil pesos. El permiso se extendió hasta agosto de este año y en el Ejecutivo decidieron finalizar el vínculo con el personal y no pagarles más.

Cuevas explicó que la resolución fue tomada con el aval de la asesoría letrada y en base a normativas. Según el decreto que dispuso la baja del personal, los servicios prestados por la Policía de San Juan se encuentran, por ley, bajo estado de emergencia hasta el 31 de diciembre de este año. A través de esa norma, la autoridad de aplicación, la cartera de Gobierno, tiene la facultad para modificar, extinguir y suprimir funciones de las estructuras de la fuerza.

El plan oficial de capacitar a los efectivos tuvo su primer intento en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), pero fracasó porque el Consejo Superior estableció, por mayoría, que se trataba de una carrera destinada solamente a policías, lo que violaba el principio de una educación para todos. La gestión giojista avanzó en las negociaciones con la Católica y pudo llegar a un acuerdo. Hasta el momento ya se han recibido alrededor de 250 agentes en la diplomatura en Seguridad Ciudadana, cerca de 40 oficiales en la Tecnicatura en Seguridad y más de 50 licenciados.