Pese a una gran resistencia gremial, en la Cámara de Diputados mantienen la idea de avanzar con la creación de una comisión que trabaje en la reforma del antiguo estatuto docente. Y si bien no quieren hablar públicamente de los puntos que tienen en vista cambiar, en el oficialismo dijeron por lo bajo que se debería discutir el régimen de licencias por los abusos que se dan y el perjuicio que sufre el sistema. Además, entre otros temas, mencionaron al adicional por radio y los valoradores para ingresos y ascensos. En el sindicato UDAP opinaron que algunos de esos temas se deberían revisar, pero exigen sin concesiones que se haga en paritarias para no perder poder de negociación.
Los diputados del oficialismo y la oposición consensuaron hace dos semanas un proyecto para crear la comisión, integrada por legisladores, autoridades de Educación y los gremios, pero dieron marcha atrás cuando la cúpula de UDAP puso el grito en el cielo. Sin embargo, la presidenta de la Comisión de Educación, Rosalía Garro, dijo ayer que sigue en agenda y aclaró que "no hay intención de sacar nada para generar conflicto, queremos algo consensuado con todas las partes".
El estatuto docente es la ley que fija los derechos y las obligaciones que tienen que cumplir los maestros. Los legisladores se limitan a decir que la reforma es necesaria porque es un parche tras otro -tiene decenas de resoluciones y leyes que lo modifican- que hace hace falta ordenar y que tiene más de 50 años. Pero de los puntos a modificar prefieren no hablar, para evitar una nueva reacción gremial y en consecuencia, el riesgo de un mandato que planche el proyecto (Ver aparte).
No obstante, fuentes calificadas le dijeron ayer a DIARIO DE CUYO que, entre otras tantas cosas, los diputados quieren que se discuta en la comisión el régimen de licencias y, especialmente, su reglamentación. Consideran que hay abusos que le traen un excesivo gasto al Estado y entre ellos mencionaron casos de docencias pasivas, que es cuando el maestro tiene una enfermedad que no le permite dictar clases y es asignado a cumplir tareas administrativas en la escuela o el Ministerio de Educación.
Sucede que cuando la licencia es por más de 10 días, Educación debe designar a un suplente y se termina pagando dos veces por el mismo cargo. Y para peor, por razones de enfermedad, hay suplentes de suplentes y el pago es triple. Paralelamente, hay veces que los chicos son despachados a la casa por falta de maestros.
Sin ir más lejos, en mayo de 2007 el Ministerio de Educación tuvo que apelar a una resolución excepcional para reemplazar a una catarata de unos 250 a 300 maestros que faltaron simultáneamente por algunas semanas. En ese momento llamó la atención que, de acuerdo a la información oficial, la mayoría de los partes médicos se presentaban los días lunes.
El régimen de licencias tiene antecedentes de polémica. Cuando la gestión de Jorge Escobar quiso modificarlo, el gremio UDAP salió a la calle a oponerse. El gobierno se propuso hacer menos flexible el sistema, para que muchos titulares de permiso transitorio volvieran cuanto antes a sus cargos y no se siguieran sosteniendo cientos de suplentes.
Nadie del oficialismo quiso decir si la idea ahora es hacer más estricto el sistema de permisos por enfermedad. Por las dudas, la titular de UDAP, Graciela López, tiró que debería modificarse, pero a favor del docente. Alertó que "hay muchas enfermedades nuevas que no están contempladas".
También hay intenciones de revisar el radio y los valoradores. El primero es la distancia que se fija como parámetro del extra que cobran los docentes -va del 20 al 120%- por dictar clases en escuelas alejadas de la ciudad. Y el segundo es un mecanismo para calificar con puntos la trayectoria y la capacitación para ingresar al sistema o ascender. Las fuentes dijeron que en el último caso hay quejas de los mismos maestros, por situaciones que consideran injustas.

