Enrique Gil, experito del Tribunal de Tasaciones de la provincia, el organismo encargado de ponerle valor a los bienes que toma el Estado, sumó ayer una duda clave sobre el accionar del juez Carlos Macchi, sometido a un Jury por su conducta en el llamado escándalo de las expropiaciones. El profesional dijo que no quería participar en el proceso de asignación de valor a un terreno en el caso llamado Ruiz, Guillermo, porque “no quiero ser parte de algo no correcto, reclamado 40 años después y sin fundamentaciones”. Y aclaró que si la repartición debió proceder a tasar el bien fue “porque el juez así lo ordenó”.

Gil, quien se desempeñó como miembro transitorio del Tribunal entre junio del 2003 y junio del 2006, en representación del Centro de Ingenieros, es el único técnico que ofició como testigo a pedido del fiscal General subrogante, Eduardo Mallea, y al que parte acusadora apostó durante el proceso, porque incluso desistió del otras testimoniales.

El técnico intervino en el llamado caso Ruiz, Guillermo, por la expropiación de una vereda de casi 1.500 metros cuadrados sobre la calle Matías Zaballa, en Desamparados, que era de la Sociedad San Vicente de Paul. Según el Acta Nro. 744, del 22 de diciembre del 2004, y que incluso el testigo leyó, él tenía dudas sobre la expropiación de la vereda en cuestión e incluso planteó que “de la lectura del expediente no surge que haya existido nunca la voluntad de expropiar estos terrenos por parte del Estado Provincial”.

Y agregó que incluso los valores que había fijado la Sala I del Tribunal, “son propios de zonas comerciales, no son compatibles con la zona eminentemente residencial de la Villa Zavalla, a la que pertenece el terreno”.

También le había llamado la atención al experito que Ruiz había comprado los derechos sobre el terreno por 2.000 pesos en abril del 2001 e inició una demanda millonaria en julio de ese mismo año.

No obstante estas observaciones, el juez Macchi dispuso que se pagaran 23 millones de pesos por la vereda, contabilizando las actualizaciones.

En la sexta jornada de las audiencias y cuando se ingresó en la etapa más jugosa porque comenzaron las testimoniales, fue el turno de las declaraciones de los testigos Sebastián Saharrea (Tiempo de San Juan) y de Gastón Sugo (DIARIO DE CUYO). Pero la mañana transcurrió en medio de las dificultades técnicas del personal del Poder Judicial por lograr la reproducción primero de un audio y después del video de una entrevista al juez Macchi, que hasta pusieron en apuros a los miembros del Tribunal, que preside el cortista Angel Medina Palá.

Al final, aunque se logró escuchar el audio, la mala calidad del sonido tornó en casi imposible determinar su contenido. Y con el video se demoró su proyección porque el personal no daba con el programa adecuado.