Por la venta de dos plazas del Barrio FOEVA, las fiscales Claudia Salica y Ana Lía Larrea le pidieron al juez Benito Ortiz que procese a tres implicados. Uno de ellos es Blasco Novaro, quien fuera miembro de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines y que tenía la misión de donar los inmuebles al municipio de Rivadavia, pero que terminaron en manos de Ivana Paola Oliver Balaguer, otra de las imputadas. El tercero en la mira es Juan Carlos Lirio, el comprador de uno de los terrenos y que había empezado a construir un proyecto inmobiliario. Según fuentes judiciales, el magistrado resolverá el planteo antes de abril, cuando se retire por jubilación.

Según el expediente, el sindicato debía entregar los inmuebles a la comuna y Novaro, específicamente, debía hacer los trámites de donación por uno de ellos. Sin embargo, las plazas terminaron en poder de Oliver Balaguer como pago por servicios prestados al gremio. Las fiscales destacaron que la mujer conocía que se trataban de bienes de dominio público y que, al aceptarlos, "fue la gran mentira utilizada para poder celebrar sendos negocios". Además, resaltaron que Oliver Balaguer y Lirio (uno de los compradores) "hicieron insertar en la escritura hechos falsos", ya que se asentó el predio como baldío cuando era una plaza. Este último, según la acusación, hizo uso de una escritura irregular para presentarla ante las autoridades para construir un proyecto inmobiliario. De hecho, destruyó gran parte de la plaza "de la que se apropió indebidamente". Oliver Balaguer también comercializó el segundo inmueble a Andrés y Gabriel Nassimof, Sergio Cadenas y Daniela Aciar Quiroga. Pero cuando estos advirtieron que el terreno es una plaza, lo donaron a Rivadavia. Por eso, las fiscales pidieron que sean sobreseídos.