El reelecto jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri (PRO), fue lapidario ayer respecto de las chances que tiene la oposición para revertir el magro resultado que obtuvo en las primarias del 14 de agosto. En ese sentido asumió que para la oposición es “prácticamente imposible” dar vuelta el magro resultado obtenido, y atribuyó el triunfo del oficialismo “méritos propios del Gobierno nacional y fallas de la oposición”. Sobre este particular discreparon los socios de la UDESO, Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez.
En una entrevista en un diario, Alfonsín reconoció que será “improbable, sino imposible” ganar en las presidenciales, mientras que por la mañana su socio político reconoció: “Me disgusta esa posición, no hay pelea que se pierda antes de darla, tenemos la responsabilidad de representar a los, en el caso mío, 1,2 millón de bonaerenses que nos dieron su apoyo el 14 de agosto, y seguramente serán más el 23 de octubre”.
“La matemática es cruel y esa diferencia obtenida el 14 de agosto junto con la división que existe en la oposición, hace que se presente como prácticamente imposible que pueda dar vuelta la elección el 23 de octubre”, dijo Macri en una conferencia de prensa que brindó por la mañana en el Centro Único de Comando y Control del barrio de Chacarita, tras la reunión de gabinete.
El jefe comunal agregó que el 14 de agosto “claramente el Gobierno nacional ha hecho una muy buena elección, producto de méritos propios y seguramente de fallas del lado de la oposición”, y aventuró que “ambas razones conjugaron en un resultado tan bueno que habrá que ver si el 23 de octubre es posible rectificarlo”.
Macri recordó cuando en marzo llamó a la oposición a “debatir proyectos y unificar propuestas, y ver si podían quedar menos candidatos”, con la idea de que “las internas fueran realmente internas”.
“No me fue bien, y resigné mi candidatura presidencial por ello, aunque manteniendo mi compromiso a futuro de trabajar por una unidad”, reflexionó Macri, que señaló que “en las internas la oposición perdió la oportunidad de una real selección en la cual aquellos que tuvieran propuestas similares unificaran criterios”.
Por el contrario, dijo que lo que sucedió en las internas es que “una mayoría argentina que estaba a favor de un cambio no se viese representada por la variedad y pluralidad de propuestas que hacían imposible canalizar esa vocación de cambio”.
En cuanto a la elección del 23 de octubre, a la que acudirá sin candidato presidencial, dijo que votará por Federico Pinedo, primer diputado de la lista del PRO y evitó mencionar a qué aspirante a presidente le dará su voto.
“Mi voto es secreto, me reservo a quién votaré” en la próxima elección general, dijo Macri, que recordó que “en algunos distritos el PRO apoya al ex presidente Eduardo Duhalde, en otros a Alberto Rodríguez Saá y en otros a Ricardo Alfonsín”.
“Con esa apertura trabajamos”, sintetizó Macri en su primera conferencia de prensa luego de la realización de las internas del 14 de agosto, en las que estuvo ausente por coincidir con sus vacaciones europeas.

