La Cámara de Diputados designó ayer a Pablo García Nieto como defensor del Pueblo, quien le dijo a este medio que "los tiempos cambiaron y la Defensoría tiene que renovarse". Además, resaltó que hay que hacer más ejecutivo al organismo y que hay que modernizarlo para que sea accesible.

Tras el fallecimiento de Julio César Orihuela, el cargo de defensor del Pueblo estaba sin titular y el expresidente del bloque del PJ en la Cámara de Diputados contó con el respaldo de los nuevos legisladores para ser el sucesor. El exdiputado mencionó que en su nueva función tendrá como objetivos trabajar mucho "en lo que es mediación" y tener "más contacto y cercanía con la sociedad".

García Nieto asumirá en el cargo luego de que se produjera la reforma de la ley que regula el funcionamiento de la Defensoría del Pueblo. El puesto ya no es vitalicio y su titular tendrá un mandato de cinco años, con la posibilidad de una reelección de manera consecutiva, por lo que, de ocurrir así, una persona podrá estar diez años al frente del organismo.

Por disposición de la Constitución, la Defensoría del Pueblo vela por la defensa de los derechos consagrados en la carta magna y de intereses difusos y colectivos. Sobre estos últimos, García Nieto indicó que apuntará a las minorías, a los sectores sociales más vulnerables y a las nuevas demandas de la sociedad, como los temas de perspectiva de género. El exdiputado explicó que otro de los principales desafíos que tiene por delante es la prevención y concientización de los derechos que tiene la ciudadanía. Para lograr esto, el titular del organismo buscará salir por los departamentos y relacionarse con diferentes organizaciones para hacer acciones en conjunto.

Para asumir en el cargo, la Cámara de Diputados debe fijar una fecha para que García Nieto preste su juramento.

"Trabajaré por una Defensoría acorde a los tiempos actuales", dijo Pablo García Nieto.

Con respecto a la composición de la Defensoría del Pueblo, el exdiputado dijo que seguirán los secretarios Adjuntos, Rodolfo Clavel y Ricardo Berenguer.

Otro cambio que se le realizó a la norma fue el mecanismo de remoción. Ahora, el funcionario podrá ser apartado de su puesto a través de un Jury de Enjuiciamiento, el mismo procedimiento que existe para los magistrados, y no mediante un juicio político, tal como estaba establecido. Además, quedó consignado en las modificaciones que el Defensor del Pueblo no recibe instrucciones ni mandato de ninguna autoridad. Se trata de un organismo histórico, ya que fue el primero de esas características que se puso en marcha en Argentina y en América latina.

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