Tras lo que consideró un gesto "inesperado" con la concentración de cientos de seguidores en la puerta de su casa pidiéndole que no se vaya, ayer Carlos Gómez anunció que desistió de abandonar la conducción de la Agrupación Piquetera Virgen de Fátima, y que la seguirá liderando "hasta que Dios, la Virgen y el médico lo permitan".
Gómez explicó que la idea de la retirada, que viene instalada hace días, se debe a un problema de salud. "Tengo diabetes hace 8 años y en los últimos dos meses me salieron los valores muy elevados. El médico me pidió que me tomara un impass", aseguró. El sucesor que pintaba es el otro fundador del movimiento, Gabriel Yañez, según Gómez.
Negó que su plan desechado tuviera que ver con el escándalo de su hijo, el concejal de Chimbas homónimo, que fue procesado el año pasado por la Justicia por ser un médico trucho.
Tampoco adjudicó su amague a un operativo para ganar popularidad: "Lo hubiese buscado a este golpe de efecto cuando salió lo de mi hijo y no lo hice", sentenció.
Agregó que no piensa en ser candidato. "Juro por Dios y por lo que más quiero en mi vida que jamás lo mío pasa por una cuestión política. Y eso que he tenido oportunidades", dijo Gómez, quien fue vicepresidente del PJ chimbero y ahora es congresal provincial del partido.
Según declaró el dirigente, Virgen de Fátima tiene hoy unos 1.500 socios y manejaba antes de la aparición de los 180 pesos por hijo, unos 1.200 planes PEC (están recontándolos ahora). Empezó en 1995 como una agrupación piquetera pero aseguran que no hicieron más de 3 cortes de calles, el último antes de salida de De la Rúa. Desde entonces, se identifican con la política nacional y provincial. Tienen línea directa con el kirchnerismo, que les dio subsidios en 2003 para empezar fábricas de ladrillos y alpargatas, una carpintería y un proyecto de cunicultura que ahora andan solos, según dijo.