El titular de la CGT, Hugo Moyano, estuvo ayer en la Casa de Gobierno y se entrevistó con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, uno de los hombres más cercanos al armado político del oficialismo aunque se desconocen los motivos de la reunión.

Luego de varias semanas de ausencia en los actos oficiales, enojado por el reto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al método usado para reclamar, el líder camionero ingresó inesperadamente a la Casa Rosada con varias carpetas bajo el brazo y muy apurado. Durante unos 20 minutos estuvo en la oficina que ocupa Zannini en la planta baja del edificio y no se detectó que en ningún momento subiera a la planta alta donde tiene su despacho la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner.

El secretario de Legal y Técnica es uno de los hombres de confianza de Cristina Fernández de Kirchner y por esa razón el encargado de armar las listas del oficialismo de cara a las elecciones de octubre. Ante la falta de información por la presencia del titular de la CGT, se especuló con que durante el encuentro se hayan analizado precisamente los nombres de los gremialistas que podrían ocupar un lugar en las nóminas del oficialismo para las elecciones próximas.

Sin embargo, también el encuentro podría estar relacionado con la polémica desatada por la actuación de los hermanos Schoklender en la Asociación Madres de Plaza de Mayo que, según versiones, el camionero había sido alertado por intendentes del conurbano. Tal como había entrado, el titular de la CGT se retiró sigilosamente de la Casa de Gobierno.

La relación entre Cristina y Moyano atraviesa momentos de rispidez, a medida que crece la presión del líder camionero por obtener lugares en las listas electorales. El mes pasado, la presidenta cuestionó las protestas sindicales, tras reclamar que se acaben las extorsiones. Atando su eventual candidatura al apoyo de los trabajadores, Cristina acusó al sindicalismo de “transformarse en una corporación” y advirtió que se no se muere “por volver a ser Presidenta”.