Bajo la lupa. El juez Benito Ortiz y las fiscales Ana Lía Larrea y Claudia Salica llevan adelante la investigación por las ventas de dos plazas del Barrio Foeva, en Rivadavia.


Son los dueños de una plaza del Barrio Foeva y se habían comprometido a donarla al municipio de Rivadavia y tal decisión comenzó a materializarse la semana pasada cuando ingresó el expediente al Concejo Deliberante. El hecho de que tal espacio verde, que por esencia es de naturaleza pública, esté en manos de privados desató una investigación tras una denuncia del Gobierno por un tipo especial de estafa, por lo que los hermanos Andrés y Gabriel Nassimof y Sergio Irimia Cadenas (los propietarios) hicieron la cesión para tratar de zafar de la causa penal. Su abogado, Wbaldino Acosta Zapata, explicó que la entrega del inmueble no será gratuita, ya que si el gremio Foeva, que fue el que lo vendió, no produce un resarcimiento, le harán una demanda por daños y perjuicios.

Los hermanos Nassimof e Irimia Cadenas, oriundos de Buenos Aires, están imputados como presuntos responsables de la maniobra defraudatoria, aunque aún no han sido indagados en el Primero de Instrucción, a cargo del juez Benito Ortiz. Su abogado señaló que una vez que se concrete la donación y el terreno pase formalmente a la comuna dejará de existir el delito, por lo que pedirán ser parte querellante en la causa contra Foeva. La movida resulta improbable, ya que los implicados se encuentran bajo sospecha y, pese al "gesto" de la donación, los investigadores judiciales deben determinar si incurrieron o no en conductas que llevaron a la estafa. Si se cierra esa puerta, Acosta Zapata señaló que en alguna instancia del proceso solicitarán la extinción de la acción penal a través de lo que se conoce como reparación integral del perjuicio, dado que cedieron el predio. Si bien no está reglamentado dicho mecanismo en el actual Código Procesal Penal, fuentes judiciales indicaron que sería una alternativa viable cuando entre a regir el nuevo Código, previsto para el último trimestre de este año. Y si bien el hecho se consumó bajo el encuadre del actual cuerpo normativo, podría aplicarse el nuevo porque entraría a jugar una ley más benigna en favor de los imputados, explicaron las fuentes, que aclararon que todo estará sujeto a análisis. 

El representante de los hermanos Nassimof e Irimia Cadenas sí señaló que si no hay una compensación de Foeva realizarán la demanda, dado que aseguró que sus clientes compraron de buena fe el terreno, en el cual tenían planeado desarrollar un emprendimiento inmobiliario. La plaza en cuestión tiene 3.261 metros cuadrados y en esa zona de Rivadavia, cada metro cuadrado tiene un valor hoy de entre 7.500 y 8.000 pesos, por lo que toda la superficie da poco más de 26 millones de pesos.

Todo estalló con la denuncia que realizó el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, quien se hizo eco del reclamo de los vecinos, quienes cuestionaron que dos plazas estaban en manos de privados y que las habían cerrado para construir departamentos. La otra, de 1.600 metros cuadrados, está en poder de Juan Carlos Lirio. La presentación apuntó contra Foeva, ya que el gremio conservó los predios a su nombre y violó el Código de Edificación cuando se construyó el barrio "al transferir por donación los espacios ya reservados y comprometidos para equipamiento a la municipalidad". Quien los recibió en donación fue Ivana Paola Oliver Balaguer a cambio de servicios prestados, quien a su vez vendió en un millón de pesos el inmueble a Irimia Cadenas y los hermanos Nassimof y Daniel Quiroga. Y el segundo a Lirio en 300 mil pesos. En la causa ya han sido indagados cuatro implicados.

Indagatorias

Todos en silencio

Blasco Novaro debía donar una parte de una plaza, cosa que no pasó. Oliver recibió los inmuebles de Foeva y los vendió. Lirio compró uno y Quiroga fue uno de los que tenía el otro a su nombre.