Ricardo Jaime, ex titular de la Secretaría de Transporte y hombre de extrema confianza de Néstor Kirchner, fue citado a indagatoria para la primera semana de marzo, por haber recibido dádivas por parte de empresarios que le pagaron sus viajes en aviones de alquiler.

El juez federal Claudio Bonadío, también citó a indagatoria a su sucesor en el cargo, Juan Pablo Schiavi, quien viajó en vuelos pagados por empresas privadas vinculadas con el área que debía controlar Jaime.

La investigación de Bonadío y del fiscal federal Guillermo Marijuán determinó que entre 2006 y 2009 se pagaron doce viajes que realizó Jaime junto a otros funcionarios del kirchnerismo y sus familiares. El monto aproximado de los pagos, según fuentes judiciales, es de 550 mil pesos. Los pagos los hicieron firmas vinculadas al Grupo Cirigliano (que explota trenes y colectivos) y empresarios cercanos a Jaime.

La citación a indagatoria implica que el juez ha conseguido pruebas suficientes para imputarle un delito a una persona.

El delito por el que será indagado Jaime está tipificado en el artículo 259 del Código Penal. Allí se establece que le corresponde prisión de un mes a dos años e inhabilitación absoluta de uno a seis años, al funcionario público que "admitiere dádivas, que fueran entregadas en consideración a su oficio, mientras permanezca en el ejercicio del cargo".

La pesadilla para Jaime comenzó hace un año. En febrero pasado, a raíz de una denuncia del entonces fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, que aseguraba que el funcionario K usaba, desde 2006, distintos aviones privados para moverse dentro del país y rumbo a Brasil. Además de Jaime y Schiavi integraron el pasaje funcionarios de Transportes como Jorge Devoto y Marcelo Calderón, la secretaria de Jaime, Laura Gouvert, y la esposa del ex secretario, Silvia Reyss.

Los viajes fueron el viernes 8 de setiembre de 2006, con salida a las 17:56 desde Buenos Aires, con destino a Río de Janeiro y el domingo 10 de setiembre, a las 22,12, de regreso a Buenos Aires. Tras la denuncia de Garrido, Jaime comenzó a ser investigado por la Justicia y se convirtió en el funcionario de los Kirchner con más causas en su contra, lo que terminó con su salida del Gobierno.