Los bloquistas no tienen paz. El juez Miguel Angel Gálvez les había dado la posibilidad de ponerse de acuerdo en cómo solucionar las diferencias que surgieron por la fecha de internas para renovar autoridades, pero no hubo caso. Oficialistas y opositores se reunieron el lunes en la sede de calle Mitre y no cedieron: los primeros insistieron en prorrogar el mandato de la actual conducción hasta fin de año al menos y los segundos se mantuvieron firmes en la idea de fijar un día concreto de elecciones mucho antes. Todo terminó en una fuerte pelea verbal y el que deberá resolver ahora la situación es el magistrado.
Los opositores encabezados por Juan Domingo Bravo ya presentaron un escrito en la Justicia Federal con competencia Electoral, a cargo de Gálvez, consignando el fracaso de la negociación. Y hoy se espera que haga lo mismo el apoderado del partido, en nombre de la conducción que encarna Graciela Caselles, con lo que oficialmente se dará por caída la conciliación.
La polémica se había desatado a mediados de abril, cuando la Honorable Convención que domina el oficialismo postergó el llamado a internas para renovar autoridades y prorrogó el mandato de Caselles como presidenta del partido. Los convencionales no fijaron una fecha cierta para las elecciones y quedaron en que lo harán a fines de diciembre, cuando terminen la modificación de la Carta Orgánica que motivó el congelamiento de los plazos.
Bravo y un grupo que lo sigue fueron directamente a la Justicia y pidieron la nulidad de la resolución. Gálvez, de acuerdo a las atribuciones que le da la ley, fijó una audiencia de conciliación para los que los problemas de la política sean solucionados por la política. Sin embargo, el intento fracasó.
La sede partidaria fue nuevamente testigo de un fuerte encontronazo. Los opositores, con Bravo a la cabeza, se juntaron anteayer con un grupo de convencionales liderados por su presidente, Gerardo Ledesma. Los primeros recriminaron la ausencia de Caselles y la respuesta fue que estaba de viaje, aunque desde el mismo oficialismo dijeron más tarde en voz baja que se encontraba en San Juan.
Lo cierto es que los oficialistas reiteraron la voluntad de mantener la decisión adoptada por la Honorable Convención. Mientras que los opositores se retiraron y aseguraron que no van a desistir del planteo judicial con el que buscan ponerle un coto a la medida que mantiene a Caselles al frente del partido de la estrella.
Tras el fracaso de la conciliación, la ley dice que el que debe decidir es el juez. Gálvez tiene para resolver si es válida la prórroga y sus términos o si hace lugar al planteo que formularon los disidentes.
En la puja por los comicios internos subyace una mucho más profunda que ha hecho trizas la estructura bloquista: las alianzas electorales para el año que viene. La presidenta defiende con uñas y dientes la sociedad con el PJ bajo el paraguas del Frente para la Victoria y los que están en la vereda de enfrente empujan desde hace años para darle un corte a ese acuerdo y enrolarse con candidatos propios en algún frente opositor.
Todo ha derivado en un profundo quiebre que encamina al bloquismo a jugar dividido en tres partes en los comicios generales de 2015. En desacuerdo con la conducción, tanto el sector que lidera Enrique Conti como el de Bravo se mueven por fuera de la estructura orgánica y para el próximo año no han dado señales de cambio (ver aparte).

