“El domingo (por el 8 de mayo, en el plebiscito) nos toco festejar. Fue una especie de tarea cumplida. Fue una tarea militante, en la que supimos llevar un mensaje que no era difícil de explicar: la gente ya sabía de que le hablábamos, y coincidía”, dijo hoy en el programa misión imposible, de Radio Colón, el diputado nacional Juan Carlos Gioja.
Estableció un orden de razones por las que el SÍ obtuvo un resonante triunfo en la consulta. “Creo que lo que ha incidido en el resultado es, en primer lugar, lo de José Luis (por el gobernador), que es muy fuerte en cuanto a los afectos, a la historia; y luego creo que la gente votó el prestigio de un gobierno provincial y el desprestigio de un gobierno municipal”, aseveró.
Según el legislador, el tema de la candidatura a la intendencia en Rawson, quizá el desafío mayor que enfrenta el giojismo en la elección del 23 de octubre, “se viene hablando con José Luis, pero no puedo decir nada aun. Es temprano”, para agregar, ante la repregunta, que si su hermano se lo pide es candidato “seguro”.
“Yo esperaba ese número, más o menos el que sacó el SÍ”, confió, sobre el resultado de la consulta popular. En cuanto al número de votantes, bajo para algunos análisis, que motivó incluso un pedido de la oposición para que se invalide la enmienda, consideró “es la primera vez que en San Juan se utilizaba un mecanismo que tenía en juego el SÍ y el NO. La movilización popular no es la misma que si se votan intendentes, concejales u otros cargos. Por lo tanto, por ser la primera vez con una elección de este tipo, no tenemos parámetro para decir si es poca o mucha gente”, arriesgó.
El menor de los hermanos que actúan en política hablo de la situación entre el gobernador y el senador nacional, César Gioja. “este no es un tema de enojo, no estoy enojado con César. César actuó como componente de la oposición, y José Luis siempre fue conciliador con la oposición. No así ésta con él, que le ha pegado por todos lados, hasta en el suelo”, dijo.
“La belicosidad de la campaña fue una suerte de exceso que nace de la culpa por la deslealtad. Por ejemplo, cuando Mauricio Ibarra se fue era el santo, y José Luis era el diablo. No es necesaria tremenda violencia. Hay que decir que uno construye otro camino y nada más. Lo mismo pasó en esta campaña, belicosidad excesiva”, concluyó.
