Al encarar su segundo año al frente del municipio de Rawson, el intendente Juan Carlos Gioja prometió la instalación del horno crematorio en el cementerio San Miguel para este año. Ayer se realizó la apertura de sesiones del Concejo Deliberante y en su mensaje anual, el jefe comunal anunció que entre las obras que ejecutará (ver recuadro) se encuentra la construcción de las salas donde funcionará el servicio de cremación, es decir, el montaje de la infraestructura necesaria para el horno. Si bien la puesta en marcha depende de que la Secretaría de Ambiente de la provincia le dé el OK a la declaración de impacto ambiental que ya presentó la Intendencia, Gioja dijo que “estoy seguro que está por salir y que se va a aprobar porque un informe previo estableció que no despide gases contaminantes”. Una vez que tenga el visto bueno, señaló que “sí o sí” lo pondrán en funcionamiento este año.

El horno crematorio arrastra toda una historia de idas y vueltas (ver cronología). Capital lo compró en 2000, bajo la gestión del cruzadista Alfredo Avelín, pero no lo implementó porque un grupo de vecinos salió a quejarse aduciendo problemas ambientales. El entonces intendente desistió del proyecto y el horno quedó guardado en un depósito de la empresa en Buenos Aires. Ya en la administración de Marcelo Lima, la comuna se hizo cargo de la deuda por la guarda y encaró todas las actualizaciones que requería, de acuerdo a las nuevas normativas ambientales, según explicó Lima, quien agregó que se le instalaron nuevos filtros de última tecnología. El año pasado, el intendente capitalino firmó un convenio con su par de Rawson, en el que se estableció que se instalará en el cementerio de calle Meglioli y Doctor Ortega, que las obras se harán de manera conjunta y que la administración y el cobro del servicio se hará en partes iguales, según manifestaron ambos intendentes.

La decisión política del municipio apunta a la demanda de familias que desean cremar el cuerpo de alguno de sus familiares y que actualmente lo tienen que hacer fuera de la provincia, como en la localidad cordobesa de Río Cuarto, en donde los costos se encarecen por el traslado. En su discurso de ayer, Juan Carlos resaltó que se harán las salas donde funcionará el servicio. Consultado sobre el tema, el secretario de Infraestructura, Rubén García, indicó que una habitación será destinada al horno, otra para los familiares, una para las oficinas administrativas y la recepción, y otra para el tratamiento del cuerpo, ya que es colocado en un cajón íntegramente de madera y no como el féretro que contiene elementos de metal que en combustión con el calor sí despide gases nocivos. El jefe comunal calculó que la inversión rondará los 600 mil pesos, que empezarán a ejecutar las salas en 2 o 3 meses y que el traslado del horno se hará sobre ese lapso. Sin embargo, aclaró que lo pondrán en marcha siempre y cuando reciban la aprobación de la declaración de impacto ambiental de la Secretaría de Ambiente. En ese sentido, Gioja afirmó que “estoy seguro” que le van a dar el visto bueno porque “el estudio que se realizó determinó que no contamina”. Silvina Tapia, titular de la consultora que llevó adelante el informe, remarcó que el horno cuenta con tecnología avanzada, que posee nuevos filtros y que no emite partículas contaminantes.