Con la llegada de septiembre, ya transcurrieron 9 meses del juicio oral y público por la desaparición de Raúl Tellechea, en el que ya declaró la mitad de los testigos establecidos para este fin, es decir alrededor de ciento treinta personas.

El sitio de la Universidad Nacional de San Juan dio a conocer los hechos más destacados de agosto en el juicio, donde se realizaron varias audiencias y en ellas se aportó información importante.

Uno de los datos considerados clave por la Querella y por la Fiscalía, fue el que se introdujo desde la esfera policial. Uniformados que participaron en peritajes, investigaciones, o en las comisiones de búsqueda del ingeniero Tellechea, declararon que, en operativos de inspección ocular realizados en el domicilio de Tellechea, en la excavación en el Dique de Ullum y en el rastrillaje en las piletas de una bodega situada en Caucete, debería haber actas y fotografías de esas intervenciones, como usualmente se hacen en todas las acciones de ese tipo. Lo cual es considerado clave puesto que no constan actas ni fotografías de estos operativos, en el cuerpo documental del caso.

Esto fue confirmado por uno de los peritos, quien dijo que para todos los procedimientos se sacaron fotografías y que éstas fueron entregadas a la Secretaría Policial. Además, reafirmó lo que estaba en dudas y es que, efectivamente se hicieron fotografías de la excavación que se realizó en el Dique de Ullum durante la noche, tal como había declarado otro testigo, quien mencionó haber visto flashes de la cámara.

Lo otro que quedó claro en las declaraciones de los uniformados, es que se manejaban dos hipótesis frente a la desaparición: o que el ingeniero se fue, o que lo secuestraron. Pero en el desarrollo de las exposiciones quedó evidenciado que se hizo más énfasis en que Tellechea se había ido, que a la del secuestro, motivo por el que no se investigó a directivos de la mutual.

Por otro lado, en declaraciones vertidas por civiles, se hizo alusión a las reuniones que realizaba el imputado Luis Moyano con políticos de la provincia en el camping de la Mutual. Éstas se realizaban en el camping los días lunes (cuando el predio no estaba abierto al público). Los testigos que hicieron esta referencia habrían vivido en el camping de la institución en calidad de caseros y mencionaron que ellos vieron ingresar autos de políticos, para los que Moyano les ordenaba que se les abrieran las puertas sin necesidad de realizar ningún control.

Otro dato notorio manifestado por éstos, fue la quema de documentos tanto en el camping como en la sede, después de la desaparición de Tellechea. Estos papeles habrían estado almacenados en el depósito del predio y luego ya no estaban.

En la otra vereda del caso, declararon dos mujeres, quienes avisaron a la policía haber visto a Tellechea, después de que su desaparición fuera difundida por los medios. Una de ellas lo habría atendido en la terminal de ómnibus de San Juan dos días antes que la familia saliera en un programa televisivo denunciando la desaparición de Raúl Tellechea. Según este testimonio Tellechea y otro hombre andaban averiguando horarios para viajar a Rosario. La otra testigo manifestó que una compañera suya de trabajo, le habría referido que vio al ingeniero en la provincia de San Luis, una semana después del anuncio de su desaparición.

Pacto de silencio

Sobre el mutismo de los integrantes de la fuerza policial, uno de los hijos de Tellechea, Rodrigo, expresó: “Me atraviesa emocionalmente el hecho de que la desaparición forzada de mi papá se está cometiendo hoy en día, porque sabemos quiénes fueron los culpables, pero no tenemos los pormenores. Siento que el delito se está cometiendo, en los falsos testimonios, porque no se está dando la información, en el ámbito donde se supone que se tiene que esclarecer este caso. Además, los policías se levantan del estrado y se hacen guiños de complicidad con los imputados y esto me genera mucha impotencia. Esto deja en evidencia este pacto de silencio y este lazo que hay entre los imputados y los funcionarios policiales”.