El vicepresidente Julio Cobos respondió ayer las duras acusaciones de las que fue objeto durante toda la semana, al expresar que "ya no quedan descalificativos" contra su persona, pero el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, renovó la embestida, al afirmar que se ubica en el rol de "Heidi" para quedar como "el bueno".

Cobos calificó de "irrespetuosos" a quienes lo tildaron de "crupier del Senado" y de haber "usurpado el cargo" de vicepresidente, como lo hicieron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de la CGT, Hugo Moyano.

"No quedan descalificativos en la lengua española para la figura del vicepresidente", protestó Cobos en declaraciones a radio Mitre.