Primero bajó una orden a los jueces para que no dejaran salir a los empleados de sus oficinas y después, mandó a la Policía a que prohibiera el acceso a los pisos superiores. Con esas herramientas, la Corte de Justicia quiso frenar ayer una protesta sindical en el interior del palacio de Tribunales, pero no lo consiguió y todo terminó en una tensa situación y un reclamo que hacía años no se veía en el Poder Judicial. Las medidas despertaron indignación en los trabajadores, que lograron llegar casi a las puertas del máximo tribunal para pedir que se aplique la ley enganche y denunciar que no los dejan reclamar. El presidente de la Corte, Humberto Medina Palá, ratificó la voluntad de no poner en práctica la norma.

La Unión Judicial había decidido el miércoles, en asamblea, reclamar ayer en el interior del edificio por la llamada ley enganche, que dice que la grilla salarial de los empleados está atada, en distintos porcentajes, al sueldo de los cortistas. Un conjuez falló recientemente que la norma está vigente y aunque Fiscalía de Estado apeló, los trabajadores piden que no se dilate más la discusión y que se aplique cuanto antes, lo que implicaría un aumento para todo el personal.

Cuando en la Corte se enteraron de la protesta, aplicaron una serie de medidas que sirvieron para encender aún más la polémica. Medina Palá reconoció que les dieron órdenes por teléfono a los jueces inferiores y a la Policía para no dejar avanzar a los empleados. Incluso, fuentes calificadas aseguraron que hubo una advertencia de que a los que abandonaran las oficinas, les van a descontar los 922 pesos de presentismo. Sin embargo, el cortista negó que el objetivo sea privar a los trabajadores del derecho de manifestarse (ver aparte).

Pasadas las 11, un grupo de trabajadores quiso subir hasta el segundo piso y se encontró con policías impidiendo el paso y los ascensores bloqueados. En medio de un clima espeso, pero sin incidentes, consiguieron subir al segundo piso y con encendidos cánticos permanecieron allí hasta cerca de las 13, mientras dos delegados gremiales mantenían una reunión con Medina Palá.

De a poco, se concentraron unos 100 empleados que hicieron retumbar el edificio gritando “Porcentual, porcentual” y “es nuestra casa y no podemos entrar”. Hacía mucho que no se vivía una situación tan tensa en Tribunales. El gremio protagonizó duros reclamos hasta 2004, pero un año después la Corte les concedió a los empleados el presentismo, un adicional que pierden si hacen paro o dejan sus puestos para reclamar en horario laboral.

Tras estar con Medina Palá, el secretario General de la Unión Judicial, Sebastián López, aseguró que la reunión no sirvió para destrabar el conflicto y anunció que seguirán con el plan de lucha. El cortista señaló que son “posiciones antagónicas” y sobre el fallo que ordena aplicar el enganche, dijo que de ser necesario llegarán a la Corte Suprema. Por otro lado, no descartó descontarles el presentismo a los que se manifestaron.