Mirna Moral, actual secretaria General del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), y Cecilia Ávila, hija del histórico dirigente mercantil Raúl Ávila, se medirán en las urnas el 22 de diciembre para definir quién conducirá el gremio. La confirmación se dio luego de que la Junta Electoral oficializara ayer a los candidatos de ambos sectores. Desde el espacio de Moral habían impugnado a dos postulantes porque no cumplían con los requisitos estatutarios, pero desde el lado de Ávila las reemplazaron y pasaron el filtro del organismo electoral, confirmó el asesor legal de la Junta, Sergio Martín Escamilla.

De esa manera, habrá competencia, en la que, por primera vez, dos mujeres pelearán por el timón del sindicato que tiene unos 2.700 afiliados. La última contienda se dio en 2016, en la que la dupla Raúl Ávila-Mirna Moral venció a las listas que encabezaron Rolando Castro y José Luis Gremoliche. Ávila falleció el 5 de marzo de 2017, por lo que su lugar fue ocupado por Moral, quien, a su vez, ganó en el comicio de mayo de 2019 para dirigir la mutual Amecom. Su mandato llegaba hasta diciembre de 2020, pero se prorrogó por la pandemia del coronavirus, hasta que el Ministerio de Trabajo de la Nación levantó la suspensión y el sindicato fijó fecha para este 22 de diciembre.

Moral apuntaba a una lista de unidad, pero salió a escena Cecilia Ávila, quien es la subsecretaria de Deportes del gremio. En el armado de las agrupaciones, el actual secretario Adjunto cruzó de vereda, ya que se pasó a jugar en la oposición.

En la fase previa a la campaña, ambas candidatas ya se han tirado con munición gruesa. Ávila había criticado a la actual conductora al señalar que ha habido muy poca presencia del gremio en todo el comercio. A su vez, Moral había retrucado que su competidora integra la Comisión Directiva y nunca dijo nada, que sí estuvo en la calle con los empleados aún en pandemia, a diferencia de su rival, y que "hay que demostrar capacidad". Ávila también había dicho que quieren "comprarle dirigentes" para bajarle la lista, a lo que Moral respondió que fue "una falta de respeto" y una "artimaña".