"Nunca tuve un trato comercial con él", le dijo a este diario el diputado por Rivadavia y dueño de agencias de compra y venta de vehículos Sergio Miodowsky, luego de conocerse un chat entre él y el excomisario Gustavo Padilla, multiprocesado por el uso ilegal de movilidades y por falsificar documentación (ver aparte). Eso fue el 14 de octubre de este año, cuando el escándalo ya había estallado. Pero el viernes pasado se conocieron nuevas conversaciones entre el legislador y Padilla, que podrían contradecir aquellas declaraciones: chats telefónicos con frases como "Ok hermano, si le falta le fío", "Gracias hermano, lo que necesite, igualmente yo para usted". Además, una negociación por un auto podría demostrar que el legislador y el exmiembro de la Policía tenían un trato bastante frecuente. En la Justicia surgieron dudas, ya que el contenido de esos chats no va en línea con las manifestaciones públicas del legislador. Y, a partir de esas dudas, algunas preguntas: ¿Por qué Miodowsky intentó morigerar públicamente su vínculo con Padilla? ¿Hizo negocios con el excomisario? ¿Fueron limpios? Fuentes aseguran que hay miembros del Poder Judicial que quieren actuar para eliminar esos interrogantes.

Un poco de contexto: Padilla fue denunciado por la Oficina de Control de Gestión del Ministerio de Gobierno, luego de que otro comisario hallara una firma suya apócrifa en un oficio. En la investigación se detectó que el juez de Instrucción, Pablo Flores, le había entregado una camioneta Toyota Hilux a Padilla en concepto de depositario judicial, cuando solamente la Corte de Justicia tiene facultades para hacerlo. Además, se comprobó que adquirió un Chevrolet Corsa a un precio vil y engañando a la propietaria, una mujer a quien le secuestraron ese auto y lo alojaron en el depósito donde trabajaba Padilla. En el medio, un juez pidió indagatoria para Flores y disparó el proceso de destitución contra Flores, ahora de licencia médica.

"Si tiene cuatro patas, pelo y ladra, es un perro, no queda otra", suele decir el "filósofo contemporáneo" Emilio Ventura. El director de Radio Sarmiento acostumbra usar esa frase, que no es de su autoría, por supuesto, para desenmascarar cándidos con intenciones de ocultar obviedades. Las palabras del legendario empresario mediático parecen cuajar a la perfección en la dupla Padilla-Miodowsky. El excomisario estuvo a cargo de la Planta Verificadora de vehículos, luego dirigió el Depósito Judicial de 9 de Julio y, hace poco, terminó confesando su participación en el negocio ilegal de la compra-venta de vehículos y autopartes. Por su parte, Miodowsky, además de ser diputado por segundo período consecutivo, es el próspero dueño de al menos dos agencias de autos. De nuevo: "Si tiene cuatro patas...".

Pero existen otros elementos: los chats y audios del teléfono de Padilla. "Hola Sergio, ¿cuándo puedo pasar por la Legislatura a verte? Quiero comentarte algo que puede interesarte. O cuando pases por mi casa te parás un momento. Un abrazo", se lee en la captura del teléfono del excomisario que una fuente confiable filtró a este diario. "Conozco a Padilla como conozco a mucha gente, pero de ahí a intentar relacionarme con una causa, no corresponde y lo niego. Nunca tuve un trato comercial con él", le había dicho a este diario Miodowsky hace dos meses. "Hola Sergio, buenas tardes. Ayer fui a verte y no te encontré. Tengo $60.000 para entregar por el Clío que vos tienes. ¿Se puede charlar por una financiación sobre el resto?", le pregunta Padilla al diputado el 15 de noviembre del año pasado, en una presunta negociación que contradicen las declaraciones del legislador. Miodowsky, en un audio, le contesta ese mismo día: "Hola ídolo, ¿cómo anda? Y, medio difícil, che, porque vale $165.000 el Clío ese, no es mío, es una consignación. Habría que ponerle un poquito más, por lo menos cien habría que entregar", le responde el diputado por Rivadavia. Pero la relación venía de antes. El 6 de enero de 2018, ya hablaban de negocios. "Hermano, ¿cuándo va a buscar el 12?", le pregunta Miodowsky a Padilla. "Es que estoy haciendo números. El lunes voy con mi hijo a verlo y a charlar de precio", le responde el excomisario. "OK hermano, si le falta, le fío", le contesta casi inmediatamente el diputado. Mucha confianza para personas que no tienen trato frecuente.

Si bien por las capturas no se puede conocer si efectivamente llegaron a un acuerdo comercial, este diario no pudo conocer si son todas o si aún restan más charlas que revisar. Por tanto, no se puede afirmar o descartar que Miodowsky y Padilla hayan llegado o no a concretar negocios o si estos fueron o no legales. De que es sospechoso, lo es. Y así lo ven los investigadores. Incluso, el mismo Miodowsky se encargó (quizás sin querer) de aumentar los interrogantes al intentar despegarse de Padilla a través de declaraciones públicas. En la Justicia aún no se animan a avanzar de manera explícita contra el legislador, porque saben que la protección constitucional de la que goza les acarrearía un sinfín de inconvenientes que aún no están dispuestos a afrontar. Aunque, distintas fuentes le confirmaron a este diario que están mirando de cerca las pruebas que tienen. Y no descartan absolutamente nada.

Las causas contra el excomisario

A Gustavo Padilla lo procesaron en el Primero Correccional por incumplimiento de los deberes de funcionario público. En el Segundo de Instrucción también tiene un procesamiento por peculado, falsificación de documento público y estafa. Y pesa sobre él una investigación en el Quinto de Instrucción por peculado.

Según fuentes ligadas los casos, se sospecha que Padilla manejaba información sobre automóviles con pedidos de captura y creen que cuando estuvo a cargo de la Planta Verificadora, demoraba la carga de datos de las movilidades con problemas, lo que le permitía a él y a otras personas realizar las operaciones ilegales.

En este derrotero aparece el cabo primero Néstor Fabián Gómez, el ladero de Padilla para la ejecución de las tareas. Gómez era perito y encargado de las verificaciones externas efectuadas en las distintas agencias que mantenían trato directo con Padilla. Es decir, Gómez supuestamente verificaba vehículos que jamás pasaban por la planta verificadora; un "servicio" que era cobrado por el propio cabo en sociedad con Padilla, el supuesto ideólogo de las maniobras.

Los investigadores sospechan que la dupla tenía contacto con algunos agencieros de autos usados y no descartan que Sergio Miodowsky haya sido uno de ellos.