- ¿Qué opina de este tipo de reuniones con políticos y dirigentes sociales?

- Creo que es muy importante, hablando en términos del papa Francisco, trabajar por la cultura del encuentro, del diálogo, de la fraternidad. Escuchar al que piensa distinto es muy importante a la hora de construir la Nación y cada provincia que queremos. 

-¿Cómo analiza la situación del país con una pobreza del 30 por ciento?

- Estamos viviendo una situación delicada, donde no hay que olvidarse nunca que detrás de las estadísticas hay rostros, historias de sufrimiento y nombres. Para salir adelante, uno de los ejes centrales es el trabajo y la educación. Digo algo obvio, pero es a la vez central. Sin trabajo no vamos a salir adelante.

- ¿Se siente decepcionado con este Gobierno que cuando arrancó dijo que iba a haber pobreza cero?

- No hablaría en términos de decepción. Diría que la pobreza estructural en Argentina es algo que lleva décadas y es muy difícil revertir esa situación si no trabajamos realmente juntos. Ese es el gran desafío de la democracia, revertir esas desigualdades sociales.

- ¿Cree que la grieta política afecta la situación social del país?

- Claro que sí. Si los dirigentes que tenemos responsabilidades estamos enfrentados, podemos pensar menos en soluciones concretas para los vecinos y vecinas de nuestros distintos lugares.

-¿Piensa que puede llegar a haber una solución?

- Desde la perspectiva cristiana, siempre tenemos esperanza. Si nos unimos como pueblo, las cosas puedan revertirse. No hay que esperar que alguien nos saque adelante, sea quien sea, por más capaz que sea. 

- Hizo referencia a "pecadores sí, corruptos no". ¿Por qué?

-Ese es el título de un libro del papa Francisco que habla sobre corrupción y pecado. Pecadores somos todos, pero el proceso de la corrupción es un proceso como entrar en un tobogán resbaladizo que puede afectar a cualquier dirigente empresarial, político o del espacio que sea. La corrupción hace mucho daño a los que menos tienen. Es una tentación que después se justifica, busca cómplices. Todos, de alguna manera, podemos estar tentados a esto y hay que estar atentos.