Ayer temprano, en la Agencia de Inversiones, la orden fue de cancelar las reuniones pactadas y pidió expresamente que no le pasaran llamadas, menos aún si éstas provenían de algún periodista. Luego, a media mañana tenía que pasar un trago amargo: Asistir a la presentación del Ministerio de Producción al embajador carioca sobre la Realidad Económica de San Juan, en Casa de Gobierno. Los logros de la agencia que él dirige son una de las patas de la gestión que se iba a exponer ante el auditorio, por lo que no le quedó otro remedio que asistir.

Casi nadie lo vio llegar, esta vez no conversó ni saludó como hace siempre, y se ubicó velozmente entre otros funcionarios y empresarios en las terceras filas de la Sala Rogelio Cerdera, ubicada en los jardines de la Gobernación. Cuando terminó el acto, salió junto al resto tan rapidito como entró, por los jardines internos de la casa de gobierno, y se perdió de vista, eludiendo todo contacto. Luego, siguiendo el ejemplo del resto de la familia, su celular también permaneció apagado.

En medio del tsunami político que se desató con la pelea entre el gobernador y su hermano el senador, por la re-reelección, Leonardo Gioja es quien quedó en el lugar más incómodo: es hijo de César -quien el fin de semana proclamó la fractura familiar y política con su hermano el gobernador-; y al mismo tiempo, uno de los funcionarios dilectos de este último. Ayer la incertidumbre sobre su continuidad al frente de la estratégica Agencia de Inversiones -maneja 50 millones de dólares del BID para desarrollar programas productivos- se acrecentaba al mismo ritmo que se prolongan los silencios de uno y otro lado. "Es una situación muy tensa, en este momento no es conveniente hablar", le dijo a uno de sus colaboradores más cercanos. "Más adelante, cuando se calmen las aguas, va a hablar", confió su colaborador. En su entorno juran que Leonardo habló tanto con su tío José Luis, el gobernador; y con su padre, el senador César, y que "a los dos les dijo lo que piensa".

En tanto, ayer, en la Agencia de Inversiones, había dudas sobre su continuidad y se tejían todo tipo de especulaciones: Algunos temen que sea la víctima, y que la pelea entre hermanos se cobre su puesto. Otros apuestas a la entrañable confianza que existe con el gobernador, de quien supo ser su secretario privado, luego pasó al frente de la Casa de san Juan en Buenos Aires hasta recalar en la poderosa Agencia de Inversiones local, que dirige desde que fue creada en 2007. "Va seguir trabajando, su cargo no corre peligro", dijeron en su entorno. El tiempo lo dirá.