Más allá del obvio respeto que quiso poner a la situación, José Luis Gioja tuvo varios momentos de protagonismo en el velatorio de Kirchner. Y el más sublime resultó ser justamente el más triste, el de salida de Néstor Kirchner de la Casa Rosada, en el cortejo fúnebre. El sanjuanino apareció en uno de los primeros autos, tras el coche que llevaba los restos del ex presidente. En un lugar además, privilegiado, sentado al lado del ministro del Interior, Florencio Randazzo, donde no se vio otro gobernador cerca. Y con un tercer ingrediente: a diferencia de los demás que salieron tras un polarizado, Gioja bajó el vidrio, lo que fue suficiente para que mucha gente se le acercara mientras el coche iba a paso lento por Alem y no solamente lo reconociera, sino que incluso le pidiera que cuide a Cristina, llamándolo "Gioia".
Todavía aturdido por la muerte de Kirchner, Gioja se tomó un vuelo de vuelta una hora después de que salió el que transportaba los restos del santacruceño, y en el regreso a San Juan, el tema dominante fue el resumen de su experiencia en el último adiós al líder partidario. Comentó que le impresionó bastante ver el ataúd subiendo por una cinta al avión que lo llevaría a Santa Cruz, con Cristina acompañada por su hija, enfrente, siguiendo la escena en medio de la lluvia. Que otra cosa que le impactó fue verla quebrarse a la presidenta, cuando un trabajador del campo se identificó como del sector, y le agradeció porque, dijo el hombre, durante la gestión K se acabaron los remates. Y el apoyo popular, por ratos saliendo de las lágrimas frente al cajón, con hechos como la interpretación del Ave María del soprano, que es hermano de Tristán Bauer. Rescató "la fuerte presencia de jóvenes y mujeres" en la despedida para Kirchner. Y contó que tuvo cortos, pero importantes diálogos con presidentes que vinieron a la ceremonia, como el chileno Sebastián Piñera y el brasileño Inácio Lula Da Silva, contactos clave para el proyecto del túnel por Agua Negra, sobre el cual pudo intercambiar palabra con el primero.
En medio del velatorio, hubo tiempo para un descanso en la oficina de Randazzo, el jueves cerca de la medianoche. El café propició una reunión entre el ministro K y varios gobernadores, donde se hablaron estrategias frente a la nueva coyuntura, sin el líder del PJ. Consultado, Gioja no quiso hablar del contenido del meeting, pero se conoció de fuentes calificadas que hubo dos ideas eje en la conversación de ese despacho esa noche: primero, que los funcionarios, especialmente los gobernadores, reaccionarán armando una coraza de protección política alrededor de la presidenta; segundo, que la conducción del PJ central en el futuro pasará por un órgano colegiado, que tendrá varias patas de acción, una de ellas Gioja como secretario gremial partidario a nivel nacional.

