El virulento conflicto gremial que se vive en la Capital hizo estallar con fuerza un preparado que, en apariencia, se venía cocinando lentamente: la interna peronista por la sucesión de José Luis Gioja. El intendente justicialista Marcelo Lima aludió ayer indirectamente a César Gioja como uno de los que alimenta al sindicato municipal y el que articuló un operativo para que la CGT saliera a criticarlo por no pagarle más a los trabajadores. Los dos tienen aspiraciones y la coyuntura no hace más que blanquear la silenciosa puja que arrastran con miras a 2011. El senador, prefirió guardar silencio.

"Sí, hay alguien que en política tiene problemas al andar… alguien que va por un andarivel equivocado". Esa fue la respuesta que dio Lima cuando le preguntaron si detrás de la disputa con el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) hay una mano política. Así, por primera vez, le apuntó directamente al mayor de los Gioja, conocido en el ambiente de la política como "el Rengo".

DIARIO DE CUYO habló con el senador y con molestia, dijo que no hará declaraciones del tema. En cambio, en su entorno dispararon que él no es el culpable de que los árboles del departamento Capital se hayan secado y que las plazas estén mal mantenidas, en referencia a la gestión de Lima.

La puja, antigua pero disimulada para los micrófonos, quedó al descubierto públicamente en la antesala de las elecciones y apenas días después de un nuevo mensaje de José Luis Gioja, para aquellos que tienen la cabeza puesta en 2011, cuando se renuevan todos los cargos provinciales. Con tono de advertencia, sostuvo en Radio Colón que "el que haga internas en el gobierno, no va a estar".

Aunque en voz baja hace rato que en el municipio capitalino hablaban de un mano "negra" en el conflicto que mantienen desde el 1 de febrero con los municipales, la bisagra de la reacción fue el supuesto comunicado que emitió la CGT local el martes cuestionando a Lima y apoyando el reclamo salarial de los municipales, dirigidos por Manchineles y D’Amico. La representatividad del escrito quedó en duda, cuando dirigentes de la central obrera aseguraron que no fueron convocados y que desconocen el comunicado.

Lima no lo pasó por alto y por elevación, volvió a responsabilizar al actual senador. Con ironía, dijo que le extrañaba que "alguien, una encargada de prensa, haya hecho llegar un comunicado". Se refirió a Liliana Oviedo, la secretaria de prensa de la CGT y al mismo tiempo, la colaboradora que tiene César en su política de comunicación.

Lo cierto es que Oviedo fue la que envió por e-mail a este diario, y a un largo listado de medios, el comunicado de la polémica. Pero nunca se dio a conocer oficialmente en papel, con la firma de sus autores. En el medio, hay algunas cosas que no cierran. En el e-mail aparece entre otros, el nombre de la máxima autoridad de la CGT, Eduardo Cabello, como si fuera uno de los firmantes, pero de fuentes calificadas se supo después que el dirigente negó tener algo que ver en una comunicación telefónica con el gobernador y ahora está desaparecido de la escena política para dar declaraciones. El que sí lo reconoció fue el segundo de la central obrera, Enrique Castro, del gremio Camioneros, pero no le dio entidad institucional.

También desconocieron el escrito otros miembros de la CGT. Roberto Quiroga (Luz y Fuerza) aseguró que "no vi ningún comunicado, estamos esperando una reunión para analizar el tema". Mario Mercado (APEL) contó ayer que "me enteré por el diario, no me consultaron nada".

En Libertador y Paula, la cosa no cayó bien. Fuentes de gobierno afirmaron que desde allí hubo un pedido a la dirigencia de la CGT, para que baje la pelota. La respuesta fue que no están de acuerdo con el comunicado, pero nadie de los supuestos firmantes salió a desmentirlo con amplificadores.