La oposición colocó en la gatera los temas del aumento de las jubilaciones mínima al 82 por ciento y la reforma del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) y espera avanzar en agosto con la agenda que confiaba desarrollar desde las elecciones del año pasado en la primera parte del año, pero debió postergar hasta el segundo semestre.

Los legisladores de las dos cámaras ya iniciaron un receso invernal de 15 días, después de que el Senado convirtiese en ley el matrimonio entre personas del mismo sexo en la madrugada del jueves y Diputados aprobase en general y cinco artículos de los 18 del proyecto sobre protección a los glaciares.

La propuesta que beneficiaría con aumentos a los jubilados fueron presentados por el socialista Rubén Giustiniani y el radical Gerardo Morales y cuenta con dictámenes mayoritarios de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y la de Trabajo y Previsión, pese al esfuerzo del Frente para la Victoria de posponer el debate de un tema que le es molesto.

La decisión de los opositores fue tan contundente que la Comisión de Trabajo lo firmó antes de escuchar al ministro de Economía, Amado Boudou; y al director de la Anses, Diego Bossio, y la de Presupuesto y Hacienda, cuando los dos funcionarios no se habían levantado de las sillas desde donde explicaron que, para el Gobierno, no había fondos suficientes para afrontar las subas.

La reforma del INDEC forma parte de una vieja aspiración opositora de limitar el poder oficial, mediante un plan de normalización, y obtuvo un dictamen de mayoría el 1 de julio en la comisión de Población y Desarrollo Humano, donde contó con el ya sistemático apoyo de la oficialista formoseña, Adriana Bortolozzi. El interés prioritario de los sectores contrarios al gobierno se orienta a conseguir un arranque fuerte de la segunda parte del año y para eso buscarán poner en apuros al oficialismo con la discusión de este tema en el recinto el miércoles 4, el primero de agosto.

En este tema, como en la mayoría de los que promueve la oposición, el oficialismo se esfuerza por demorar el tiempo de la convocatoria anteponiendo consultas con funcionarios nacionales y otros expertos y entablando negociaciones individuales con legisladores de provincias con finanzas comprometidas. Fuentes del bloque oficial afirmaron que la bancada no generó iniciativas parlamentarias, no esperan que el Gobierno nacional lo haga al menos en el corto plazo y siempre toman como referencia los proyectos que llegan, pulidos, de Diputados.

El kirchnerismo se siente satisfecho por el papel desarrollado por el bloque en los casi cinco meses de las sesiones ordinarias, con mayores triunfos legislativos que los logrados por una oposición que inició el año convencida de que tenía una mayoría permanente y manejaría con comodidad la agenda en los años finales del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

En el último mes, el arco opositor cambió su estrategia y lo que antes era una discusión separada por cada cámara, en julio se convirtió en un equipo coordinador que define las prioridades en las dos alas según el poder de fuego en cada uno de los temas. Para una etapa posterior al tema haberes jubilatorios y el INDEC, la oposición del Senado se reserva las iniciativas de modificación del Consejo de la Magistratura, de mayores restricciones a las facultades del Jefe de Gabinete para reasignar partidas, que ya fueron sancionadas por Diputados, pero se encuentran en la etapa de análisis en las comisiones del Senado.

La Cámara alta tendrá en la segunda parte una dinámica que dependerá de la carrera que impulse la oposición y su capacidad de crear consenso, y la espera del oficialismo para pincharles todas las cubiertas antes que baje la bandera a rayas.