El escenario por la pandemia del coronavirus acarrea incertidumbre sobre el nivel de participación que tendrá esta elección nacional. Incluso, tanto dirigentes como precandidatos no descartan que, por miedo al contagio, la concurrencia a las urnas sea más baja del promedio. Además, tienen en cuenta que para evitar situaciones de riesgo, el Juzgado Federal con competencia electoral de San Juan, que conduce Miguel Gálvez, dispuso que los contagiados, casos estrechos y sospechosos de coronavirus no deberán ir a sufragar ni hoy ni en la general y, si aun así lo hiciesen, no se los dejará entrar a la escuela, por lo que puede darse que no asista una mayor cantidad de ciudadanos. Esa sombra de un alto ausentismo se corroborará o no hoy y, en el caso de que así fuese, se verá si es mayor a la elección que tuvo menor participación desde el regreso de la democracia. La vara a mirar es la que arrojó el comicio de 2005, en el que a las urnas se presentó el 71,65 por ciento del padrón. Con una diferencia: esa elección tuvo más en juego que la actual. Hace 16 años, los frentes electorales compitieron por seis cargos nacionales: tres de diputados y tres de senadores. En el caso de hoy, la puja es para elegir candidatos para ocupar tres escaños en el Cámara baja.

De esa manera, fuentes partidarias señalan que será clave el aparato de movilización que ponga en marcha cada uno de los frentes electorales para ver si arrojan un mejor resultado de participación.

En promedio, los sanjuaninos han tenido una alta concurrencia a las urnas desde 1983. Contabilizando todos los comicios nacionales, la provincia ha superado por poco el 80 por ciento del padrón electoral. El pico más alto se concretó en 1989, en la elección presidencial para designar al sucesor de Raúl Alfonsín y en la que en la provincia también se escogieron tres diputados nacionales. En un comicio que resultó dividido, cada una de las tres bancas en juego fue para los tres espacios con mejores resultados (la Cruzada Renovadora, el FreJuPo y la UCR). En esa elección, la participación alcanzó el 87,03 por ciento del padrón, sumado el plus de que también se eligió jefe del Estado nacional. En las antípodas estuvo el comicio de 2005, en el que el Frente para la Victoria logró dos bancas en el Senado y dos en Diputados, mientras que Producción y Trabajo se hizo de un escaño para cada Cámara. En ese caso, el nivel de asistencia fue el más bajo desde 1983: sólo el 71,65 por ciento del padrón se presentó a votar (ver infografía).

Analistas habían señalado que ese escenario se dio por una desconfianza en la política que venía de la crisis del 2001, sumado al desinterés por una elección exclusivamente legislativa. La de 2001 tuvo una mayor concurrencia que los años siguientes, ya que el electorado hizo valer su "voto bronca". El porcentaje luego cayó, hasta tocar piso dos años más tarde.

Tras el 2005, y luego de unos diez años, la participación creció y recuperó niveles que había tenido hasta antes de 2001. Incluso, en la década pasada, se logró un promedio casi idéntico que el histórico: 80,24 por ciento.

Por otro lado, las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que comenzaron a aplicarse desde 2011, siempre han tenido un interés menor que las generales siguientes del mismo año. A su vez, si se tiene en cuenta sólo los comicios en los que se eligen candidatos (en las PASO), el promedio de participación es del 78,73 por ciento, por lo que esa cifra también servirá de parámetro para determinar el nivel de interés de los ciudadanos sanjuaninos en la contienda de hoy.