Cada kilómetro del tramo de la ruta 150 que va desde Ischigualasto, en Valle Fértil, hasta San Roque, en Jáchal, y que engloba un total de 126 km, resultan un descubrir permanente de impactantes paisajes atravesados por quebradas y barrancas, y la extraordinaria mano del hombre para conectar pueblos y no romper ese equilibrio natural que gozan lugares como Huaco, Quebrada Agua de la Peña o Caballo Anca.

Los 11 puentes, los 6 túneles, los extensos gaviones hechos a mano y con la roca del lugar, son apenas una muestra de la importancia que tiene esta ruta estratégica que es parte del Corredor Bioceánico que unirá en un futuro el puerto de Porto Alegre, en Brasil, con el de Coquimbo, en Chile. La obra está cotizada en unos 1.050 millones de pesos, de los cuales 780 millones de pesos ya están ejecutados; teniendo un avance del 74%, según detalló el jefe de la División Obra de la DNV, Juan Francisco Molina.

Un equipo periodístico de DIARIO de CUYO recorrió ayer junto al gobernador Gioja, autoridades provinciales y el máximo responsable de la Dirección Nacional de Vialidad, Nelson Periotti, la megaobra que se emplaza en un escenario natural paradisíaco y que tiene un nivel de complejidad que no se repite en ninguna otra obra vial que esté en construcción en el país.

Por más de 7 horas, el contingente recorrió los principales hitos de la construcción, pero que por la envergadura de algunas de las obras se detuvieron en un puñado de ellas. ‘Esta es por su complejidad y desafío técnico la ruta más importante que se construye actualmente en la Argentina. Acá el equipo de Vialidad tuvo que resolver y tomar decisiones sobre la marcha debido a que el terreno nos ofreció sorpresas‘, apuntó Periotti.

Por ejemplo, una de las variantes que se hicieron sobre la marcha, fue desechar un túnel porque la montaña no ofreció resistencia y colapsaba a medida que se perforaba. Allí se van a hacer 2 puentes para solucionar el problema.