Según los datos de la Dirección Provincial de Lucha contra la Droga, las denuncias telefónicas por consumo y venta de estupefacientes tuvieron un importante crecimiento: en relación a la cantidad histórica, en marzo se registró un 50 por ciento más de llamados. En la repartición explicaron que el aumento coincide con una fuerte campaña de difusión de la línea que está disponible para hacer las denuncias y a que la gente se anima más a sacar los casos a la luz.

La repartición fue creada en el mes de febrero, con el objetivo de coordinar la tarea de todas las fuerzas de seguridad que trabajan en la lucha contra la droga y el narcotráfico (Policía provincial, Policía Federal, Gendarmería y Policía Aeroportuaria). Cuando empezó a funcionar, se hizo cargo del 0800-2222-102 que ya existía para que le gente denuncie casos de estupefacientes y puso en marcha una campaña para dar a conocer en forma masiva la línea.

El titular de la Dirección, Luis Sala, aseguró que hasta febrero recibían un promedio de 12 a 13 denuncias por semana y a partir del mes pasado, el número se fue a 20 por semana. Es decir, alrededor de un 50 por ciento más. El aumento lo atribuyó, principalmente, al trabajo de difusión que se hizo en reparticiones públicas y centros de salud, y en las escuelas cuando comenzó el ciclo lectivo.

Según Sala, no hay elementos concretos para decir que hay más casos de consumo o narcotráfico de drogas, pero sí para asegurar que “la gente se está animando a denunciar más”. Sobre todo, porque los operadores del sistema telefónico no les piden a los denunciantes datos personales y todo queda como algo anónimo, lo que hace que no exista tanto temor a quedar expuesto a futuras represalias por poner en evidencia este tipo de casos.

Así, por ejemplo, el mecanismo de denuncias telefónicas sirvió para detectar recientemente hechos que involucraban a menores de edad con sustancias prohibidas. En el 0800 hubo un llamado alertando que tres niños vendían droga en el Barrio la Estación, en Rawson, y otro por un chico de 12 años que estaba en la puerta de un colegio con 73 porros de marihuana que presuntamente eran para la venta. En ambos casos, fueron derivados a la Policía, la Justicia y Desarrollo Humano.