Néstor Lorenzo, dueño de la droguería San Javier e imputado por la "mafia de los medicamentos" declaró ayer ante el fiscal que investiga el triple crimen de General Rodríguez. Reconoció que conocía a uno de los asesinados, Sebastián Forza, uno de los proveedores de su droguería, aunque dijo que "no tenía deudas con él".