Miembros. Julio Ayala (agachado) comercializaba los créditos fiscales, mientras que Daniel Fornari (atrás) fue uno de los principales implicados.

Los 15 implicados por la escandalosa causa de la AFIP por el borrado de deudas y facturas truchas firmaron ayer un acuerdo de juicio abreviado en el que reconocieron su culpabilidad a cambio de una rebaja en las penas. Con esa medida, el caso va camino a su fin, ya que lo único que resta es que el Tribunal Oral Federal, que preside Hugo Echegaray, convalide el acuerdo al que llegaron los imputados y sus defensores con el fiscal Francisco Maldonado y condene a todos los procesados. Según indicaron fuentes judiciales, ese paso se cumplirá dentro de los próximos 10 días. Así, de la banda que se dedicó a defraudar al Estado nacional por cifras millonarias, uno de ellos, Eduardo Cristian Olmos, recibirá la pena mayor: cinco años de prisión por haber sido el organizador de la asociación ilícita. Por otro lado, sólo dos aceptaron penas en suspenso, por lo que no irán a la cárcel, mientras que el resto acumulará castigos de tres años y seis meses de prisión efectiva, revelaron las fuentes.

De cara a la casi segura condena, se verá cuánto tiempo seguirán tras las rejas los imputados que recibirán las penas efectivas. Es que la mayoría de los procesados fueron detenidos en julio de 2016, por lo que hasta la fecha ya han cumplido las dos terceras partes del castigo que aceptaron. Por eso, una vez que sea dictada la sentencia por el juez, podrían estar en condiciones de quedar en libertad. Los únicos que continuarán tras las rejas son Olmos y Germán Alejandro Montivero Belmonte, según las fuentes. Este último estuvo prófugo por más de dos años y recién fue detenido en junio de este año.

Integrante. Rubén Darío Falcón era empleado de la AFIP
y como tal manipulaba el sistema informático.
Piezas. Walter Prividera (adelante) trabajaba en la AFIP.
Luis Alé (atrás) ofrecía los servicios de la banda.


La megacausa se disparó en 2009 por una investigación que llevó adelante la AFIP y que luego culminó en una denuncia en el Juzgado Federal Nº2 que conduce Leopoldo Rago Gallo. Tras el fallo del magistrado y la confirmación de la Cámara Federal de Mendoza, las pruebas incriminaron a Olmos como el cabecilla y a Daniel Humberto Fornari como uno de los principales partícipes. Luis Alberto Alé, Julio Andrés Ayala y Raúl Peña fueron los que ofrecían el servicio de borrado de deuda y vendían facturas truchas. Por su parte, Héctor Quirós fue el que transfería saldos inexistentes de libre disponibilidad. En cuanto a Rubén Darío Falcón, Walter Prividera y Manuel Francisco Montivero Miranda, estos eran empleados de la AFIP que manipularon el sistema informático para borrar las deudas impositivas. En el acuerdo de juicio abreviado, estos tres recibirán la inhabilitación perpetua para ejercer un cargo público. Además, el contador Fernando Jolivot y César Esteban Vignoli fueron los responsables de captar clientes, mientras que Antonio Ribas y Antonio Monteleone generaron saldos de libre disponibilidad originados en retenciones indebidas. Por su parte, el empresario Edmundo Novelli, uno de los dueños de la franquicia de helados Grido, fue cliente de la banda. Novelli y Jolivot aceptaron penas menores a tres años, de cumplimiento en suspenso, dijeron las fuentes.

El que también admitió su responsabilidad fue Germán Montivero, hijo de Manuel Montivero, este último, exinspector y secretario Adjunto del gremio de los empleados de la entidad fiscal. El joven fue el nexo entre los clientes captados por la banda y los empleados del organismo nacional. Tras la firma del acuerdo, el fiscal Maldonado se mostró satisfecho con el resultado y destacó la participación del defensor oficial Esteban Chervín y la conformidad de la AFIP como parte querellante en la causa.

Nexo. Ricardo Peña aceptó haber vendido facturas de sociedades
apócrifas.
Prófugo. Germán Montivero Belmonte (adelante) fue el último
detenido y evadió a la Justicia por dos años.