Los represores Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, que se fugaron el miércoles del Hospital Militar Central de Palermo, sigue sin aparecer a pesar de los esfuerzos oficiales por determinar su paradero.
El Gobierno Nacional ofreció recompensas de dos millones de pesos cada una a quienes aporten datos que faciliten la captura de Olivera y de De Marchi, condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos en San Juan tras la última dictadura militar.
La Justicia pidió, además. la captura nacional e internacional de ambos exoficiales, cuya fuga provocó una crisis en el ámbito militar.
A raíz del escape, el Gobierno pasó a retiro al director de Salud del Ejército, Marcelo Carlos Gutiérrez, y al director general del Hospital Militar, Juan Carlos Adjigogovic. También pasaron a retiro cuatro coroneles con responsabilidades directas en el hospital y el área de salud del Ejército.
En San Juan, el titular del Juzgado Federal Nro. 1, Miguel Gálvez, que autorizó el traslado de los condenados, responsabilizó por el hecho al Servicio Penitenciario Federal, por no haber tomado los recaudados necesarios para evitar que volvieran a las calles.
Olivera y de Marchi fueron condenados el 4 de julio pasado por el Tribunal Oral Federal de San Juan a reclusión perpetua el primero y a 25 años de cárcel el segundo, por haber cometido delitos como torturas, muerte y la desaparición de personas durante los años de plomo. Entre las víctimas está la joven franco-argentina Marie Anne Erize.
