Ante la demanda civil y la denuncia penal por arrojar residuos potencialmente contaminantes de un yacimiento chileno en tierras calingastinas, la minera trasandina Los Pelambres acercará una propuesta para controlar posibles riesgos. Según informó ayer en un comunicado, propondrá un cierre ambiental integral y definitivo de la llamada escombrera Cerro Amarillo. Esto es, taparla con tierra y hacer drenajes que conduzcan a una laguna para que el agua que llegase a filtrarse, sea tratada para que no sea ácida, según explicaron especialistas. El plan no responde a las pretensiones de la firma Glencore, que explota el emprendimiento El Pachón y cuya área se ha visto afectada por la basura tirada. Es que esta última viene pidiendo que se retiren totalmente las rocas y neumáticos depositados. En el Gobierno no ven con malos ojos la iniciativa de la firma chilena, ya que la prioridad es evitar que se convierta en una fuente de contaminación y que después se siga discutiendo el tema de la remoción.

Fuentes allegadas al caso aseguraron que la propuesta será presentada en la mediación que ordenó el juez federal Miguel Gálvez, quien entiende en la causa civil, para el próximo viernes. En el encuentro se sentarán los abogados de la minera chilena, de Glencore, mientras que Fiscalía de Estado de la provincia tiene todas las chances de sumarse. El titular del organismo encargado de defender el patrimonio local, Guillermo De Sanctis, aseguró que el lunes hará la presentación ante el magistrado para que se le dé participación en el proceso para velar por el cuidado del medioambiente.

La disputa judicial se disparó en 2014, cuando Glencore demandó a Los Pelambres porque entre 2004 y 2011 utilizó como botadero de estériles (rocas con bajo o nulo contenido de mineral) una zona en territorio calingastino, que ya alcanza casi 53 hectáreas. Según un informe de una consultora que aportó Glencore, el material depositado puede producir aguas ácidas, que en la zona han desaparecido lagunas y se están secando vegas. Por eso, la firma viene reclamando que se retiren los escombros y en el medio hay una demanda y una denuncia por la presunta comisión de los delitos de usurpación del territorio, violación de la ley de residuos peligrosos y llevar sin permiso agua sanjuanina a suelo chileno. Francisco Veloso, presidente del Directorio de Los Pelambres, señala que “en ninguna parte del mundo, mover las rocas depositadas en un botadero es una solución recomendada para prevenir posibles daños ambientales”. Además, la firma apunta a “la colaboración de Glencore y el entendimiento de ambos países”, ya que explica que es más fácil hacer el cierre desde el lado chileno, para lo que necesitará autorización del Gobierno local. La propuesta deberá ser analizada por Glencore.