La presidenta Cristina Fernández promulgó ayer las modificaciones a la ley de Concursos y Quiebras que regulariza la situación de las cooperativas de trabajadores que administran empresas recuperadas a fin de no perder las fuentes de trabajo. Entre las principales modificaciones aprobadas se incluye la posibilidad de continuar la producción de la compañía a través de los propios trabajadores, aún cuando la cooperativa de trabajo esté en formación. Asimismo, los trabajadores tendrán prioridad para hacer una oferta y que se les adjudique en forma directa los bienes, mediante sus créditos laborales. Es decir que cuando la deuda que tenga la empresa con los trabajadores por aguinaldos, vacaciones, salarios adeudados e indemnizaciones calculada al 100 por ciento (hasta ahora se calculaba al 50 por ciento) equivalga al capital, entonces el juez podrá adjudicárselas directamente, más allá de la voluntad del empleador. De esa forma se evitará el cierre de la empresa y se asegurará la fuente de trabajo. Además, durante la quiebra no se suspenderán los intereses de los sueldos no abonados, sino que se actualizarán hasta la fecha de pago efectivo a fin de poner en igualdad de condiciones las deudas contraídas por la empresa con los trabajadores y con los acreedores prendarios. La jefa del Estado firmó el decreto de promulgación durante una audiencia que concedió a Luis Alberto Caro, representante del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, quién asistió acompañado por los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, de Economía, Amado Boudou, y de Industria, Débora Giorgi.