San Juan 25 de mayo.- Pasadas las 11, el tradicional Tedeum del 25 de Mayo se llevó a cabo en la Iglesia Catedral. Ante presencia perfecta de los representantes de los tres poderes del Estado, Monseñor Alfonso Delgado, en su homilía, exhortó a los responsables de conducir la sociedad de evitar caer en el odio, los enfrentamientos, los autoritarismos, pidió dialogo y tolerancia.
En unos de sus primeros parrafs, Delgado expresó que “en estas épocas de Bicentenarios transitamos tiempos complejos. Lo percibimos todos. Puede haber miradas distintas, pero si las sumamos resultan complementarias. Son tiempos también para cuidar el país, para velar por él y para ponerse la patria al hombro. Eso sí, sin permitir que nadie se lleve la patria por delante. Es decir, que nadie se lleve por delante a los argentinos, a sus instituciones, a su república, a su historia, su cultura, su democracia, o los frutos del esfuerzo de todos… Salteadores del camino habrá siempre. No les abramos la tranquera, ni para que entren, ni para que se escapen, ni para que se apropien de recursos que pertenecen a todo el pueblo. El amor a la Patria no es cosa de un 25 de mayo o un 9 de julio. Es tarea de todos los días. Con que solicitud nos pedía hace poco el papa Francisco que los argentinos nos cuidemos como hermanos. Cuidemos el país, cuidemos sus instituciones que lo hacen libre y fuerte, cuidemos nuestra gente, esos rostros de hombres y mujeres que juntos configuran la patria argentina. Cuidemos nuestros niños y jóvenes, cuidemos que no haya droga que mata ni la esclavitud de la trata de personas. Cuidemos la familia, cuidemos a los hermanos, cuidémonos entre nosotros. Nadie puede apropiarse de la patria. Es de todos. Nadie puede “ir por todo”, porque el país es de todos los argentinos y todos sus recursos materiales y espirituales pertenecen a ese pueblo y al bien de ese pueblo se deben”.
En otro de sus pasajes, Delgado abordó el tema libertad de expresión. “Es lo que deseamos también para todo el país, sin censuras, ni escraches ni represalias de cualquier tipo por pensar distinto, actitudes propias de quienes tienen terror a todo lo que huele a libertad. Pidamos al Señor la bendición para los hombres y mujeres de nuestra Patria que con la sabiduría del diálogo construyen entendimientos y encuentran soluciones de paz, aunque piensen de modo diverso”.
Hablando, ahora, específicamente de San Juan, Monseñor manifestó que “dios quiera que en San Juan brille cada día más fuerte el sol de la alegría de trabajar por todos, de la satisfacción de querer servir a todos, de hacer el bien a todos, de hacer el bien entre todos. Que siga siendo un lugar donde resulta grato vivir, trabajar y pensar en libertad”.
