Las autoridades locales de la Dirección de Defensa al Consumidor decidieron que van a combatir la infracción en los comercios que no cumplen con la obligación de exhibir los precios en sus productos y saldrán a las calles sanjuaninas a controlarlos. Zapaterías, locales de ropa, supermercados, librerías, kioscos y todo tipo de comercios serán el blanco de la misión de los sabuesos, quienes pueden llegar a aplicar multas que van de los 300 pesos a los 5.000 pesos. El monto se incrementa a partir de las reincidencias.

Es la primera vez que se harán controles de este tipo en San Juan, a pesar que a mediados del 2008 y por una campaña nacional hubo una intentona que no prosperó en el tiempo. El objetivo es generar buenos hábitos tanto en los comerciantes, que están obligados a mostrar el costo de la mercadería, como de los consumidores, que deben exigir el cumplimiento de la normativa.

A pesar que la ley que lo regula data del año 2002, la embestida por parte del organismo que defiende los derechos de los consumidores en San Juan tomó vuelo recién ahora, luego de la fuerte polémica que se originó semanas atrás cuando los kiosqueros quisieron cobrar un plus en la venta de cigarrillos, tarjetas telefónicas y tarjetas de estacionamiento.

"’Como los comercios exhiben la lista de precios que les dan las tabacaleras o la gaseosa, bueno, ahora todos tendrán que exhibir los precios. Esto corre para todos los rubros del comercio sanjuanino y deben respetarlo porque hay una ley de por medio”, explicó Ana María López de Herrera, directora de Defensa al Consumidor. Por ejemplo en el departamento Rawson, la Guardia Urbana municipal colaborará alertando a los comerciantes que deben ponerle el "cartelito’ con el precio a todos los productos, previo convenio que se firmó la semana pasada con el municipio.

La normativa que contiene esta obligación es la Ley de Lealtad Comercial -Nº 22.802- donde explica claramente que "toda mercadería que se encuentre exhibida al público -sea en la vidriera o en su interior- debe tener el precio colocado (….)’. Además, el precio exhibido debe ser el valor final del producto y no se permite poner el valor y la cantidad de cuotas, como tampoco se tolera que se indique un valor al cual debe agregársele el IVA u otros impuestos, detalla la legislación nacional. Con esta normativa, el consumidor se garantiza de antemano saber el precio del producto o servicio que adquiere.

"’Si no se pone el precio, por ejemplo en la vidriera, el cliente pierde el derecho inicial de saber el costo y una vez que ingresa al local se arriesga a que le digan cualquier precio, aprovechándose el comerciante de que el consumidor ya está entusiasmado con el producto y así muchas veces lo termina comprando. Por eso en esto el cliente tiene que ser el primer inspector”, comentó López de Herrera. Así y todo, en la Dirección de Defensa al Consumidor confían en que los comerciantes van "’tomar bien” la campaña.