Que fue difícil colocar los votos dentro del sobre porque era muy chico, que no los podían cortar con facilidad porque el papel era grueso, que los tenían que guardar doblados al revés porque de lo contrario se traslucían, que la cantidad de cargos para elegir creó mucha confusión. Estos fueron algunos de los motivos que dieron muchos de los electores para justificar la demora excesiva dentro del cuarto oscuro, lo que provocó que ayer se formaran filas muy largas y que hubiese gente que esperó hasta una hora para votar. En contrapartida con la elección de mayo pasado, esta vez el electorado concurrió temprano a las escuelas. Según los datos oficiales, al mediodía ya había votado el 50% de los ciudadanos.

La queja más recurrente fue que el sobre era muy chico para la cantidad de votos que había que colocar adentro. "Con fuerza, meta el voto", le dijo una presidenta de mesa a un votante en una escuela de Chimbas. Esta frase graficó a la perfección la dificultad que tuvo la gente para introducir los votos a la urna, ya que los sobres quedaron más grueso que la ranura de la misma. "Es muy complicada esta elección, sobre todo para el que quiere hacer un voto pensado y cortar boleta. El papel es grueso y es difícil cortarlo con la mano. Además hay tantos precandidatos que uno se confunde", dijo Dionisio Agüero de 77 años, que aseguró que es la primera vez que demora tanto tiempo dentro del cuarto oscuro. A esto se sumó que el color de algunos votos era muy llamativo, por lo que se podían ver a través del papel del sobre. "Mucha gente tuvo problemas para doblar el voto. Soy fiscal desde que volvió la democracia y es la primera vez que veo una elección tan lenta", contó Elva Rodríguez, que estaba en la escuela Mary O’ Graham, de Rawson.

Una postal distintiva para estas elecciones fue ver a hombres y mujeres votando en la misma escuela y hasta en las mismas mesas. Esta fue una situación inédita ya que hasta las elecciones anteriores votaban mujeres por un lado y hombres por el otro. Por primera vez se vio a padres e hijas votando en la misma mesa. Fue el caso de Julio Robledo que votó junto a sus hijas Erica y Cintia, en la escuela Ingenieros de San Juan, en Chimbas. Lo mismo le sucedió al intendente de la Capital, Marcelo Lima que le tocó votar en la misma mesa de sus hijas Mercedes y Milagros, en la escuela Fonseca.

Sin embargo, lo que fue llamativo también ocasionó inconvenientes. Esta nueva modalidad de emitir el sufragio hizo que a muchos electores les cambiara la escuela donde votaban y sobre la marcha se enteraron que no estaban en los padrones o que tenían que ir a otro lugar para votar. "Vivo en Córdoba y sólo vengo para votar porque tengo domicilio en San Juan. Acabo de enterarme que hubo cambios y que voto en otro lugar", contó Maximiliano Ruiz. Según los datos oficiales en el Gran San Juan, al 50% de los electores les cambió el lugar de voto desde que se implementó el sistema de mesas mixtas.

Fue desde las 11 hasta las 13 cuando más gente hubo en los patios de las escuelas, esperando para emitir el sufragio. En algunas escuelas de Chimbas las filas eran tan extensas, que llegaban hasta la vereda. Este fue otro punto en discordancia con las elecciones de mayo pasado, cuando la gran masa electoral fue después del mediodía. Un caso llamativo fue el departamento de Sarmiento, que a las 11 ya había votado el 40% de los ciudadanos, mientras que según los datos oficiales, pasado el mediodía, un 50% del electorado, ya había emitido su voto. "Estamos sorprendidos porque generalmente la gente llegaba a última hora. Pero esta vez vinieron temprano", dijo Mirtha Ramos, presidenta de mesa.