El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, negó ayer que el vuelo 1204 a Uruguay, que se agregó con motivo del partido que jugó la selección de fútbol en Montevideo, fuera "un capricho de algún amigo del poder". Aseguró que dejó ganancias y que todos los pasajeros pagaron el pasaje.

La respuesta del funcionario fue a raíz de las denuncias periodísticas que advirtieron que en el vuelo habían viajado dirigentes kirchneristas con pasajes adquiridos a un precio preferencial y que, por lo tanto, se había ocasionado pérdidas a la compañía.

En ese contexto, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el titular de Aerolíneas Argentinas y Austral, Mariano Recalde, informaron ayer al Congreso Nacional que para el 2011 la compañía prevé un "déficit tolerable" y que para el 2013 se aspira a llegar a "un punto de equilibrio".

En el marco de la presentación del plan de negocios a la comisión bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones, los funcionarios expusieron durante dos horas sobre la realidad de la compañías y sobre las proyecciones para los próximos años.