Tras el respaldo obtenido en las urnas, al imponese ayer con el 63% de los votos válidos emitidos en las elecciones del Foro de Abogados, Enrique Delgado, el nuevo vicepresidente, se comprometió a trabajar por la disolución de la Caja de Previsión para los Profesionales de las Ciencias Jurídicas. El futuro de la institución, que administra y paga las jubilaciones de los letrados, fue el tema central de discusión en estos comicios porque la lista oficialista ya había adelantado que iba a acatar los resultados de una consulta realizada el 2 de este mes en la que la alternativa de liquidación de la institución se impuso por el 70,6% de los que fueron a sufragar.
Fabricio Costa, un abogado que trabaja en la Anses, fue el rival de Delgado y aunque nunca se pronunció públicamente se lo vinculó con la Caja Previsional porque incluso fue parte del directorio de la entidad. Apenas conocido el resultado, se acercó a saludar a Delgado y le prometió su colaboración.
El resultado final fue de 491 votos a favor de Delgado, el 63%, contra 288 de Costa, quien obtuvo un respaldo del 37%. Los 779 sufragios representan el 39% del padrón de matriculados al Foro, que para estos comicios fueron 2.000. El porcentaje es superior a los comicios de 2010, el último que hubo, cuando sólo fue a votar el 27% del total.
El acto comicial, que tuvo lugar en la institución que maneja la matrícula de los abogados, se desarrolló sin incidentes y los resultados recién estuvieron al filo de las 16, cuando terminó el recuento y estalló el festejo en la sede de calle Jujuy.
Estas elecciones tuvieron una particularidad y es que Delgado logró imponerse en las mesas correspondientes a los jóvenes, pero tuvo un revés en la de mayores. En la mesa número 1 ganó Costa por 152 a 136. Y la razón, según el comentario de los juristas, fue que en este sector hay muchos que están próximos a jubilarse y hay temor de lo que pueda pasar con sus aportes.
Delgado pertenece al sector del actual presidente, Alfredo Mergó, quien luego de la consulta decidió levantar las banderas de la liquidación de la Caja. La discusión por la continuidad o no de la institución es porque hay quejas porque deben pagar aportes altos mientras que los beneficios son bajos y encima no tienen obra social. Para colmo, a los deudores por ley los salen a ejecutar, aunque ahora el trámite está frenado.
En medio de la polémica, una asamblea de la Caja terminó el jueves a los gritos y con peleas y sin que prosperara la propuesta de dar cobertura social a los pasivos e incrementar los haberes.

