La cúpula episcopal, encabezada por el cardenal Jorge Bergoglio, se reunió ayer con el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, iniciando una ronda de visitas a representantes de los tres poderes del Estado, que prevé para hoy encuentros, por separado, con la presidenta Cristina Fernández y el vicepresidente Julio Cobos.
El vocero episcopal, sacerdote Jorge Oesterheld, dijo a la prensa que la reunión fue "en tono amable, y de unos 45 minutos", y permitió a la mesa directiva de la Conferencia Episcopal Argentina "dialogar" sobre la situación político-institucional del país generada por la pelea del gobierno con la oposición y los jueces.
"Potenciar las instituciones, eso se le dijo al magistrado. Los obispos se circunscribieron al documento, reiteraron la necesidad de una convivencia institucional, e hicieron un llamado a la amistad social".
A la salida del Palacio de Tribunales, Oesterheld aseguró que la relación de la Iglesia con el gobierno nacional es "correcta", y destacó que el último documento recuerda a cada uno de "los poderes" que debe tener "su autonomía" y que "deben complementarse para el bien común".
Los obispos entregaron Lorenzetti la declaración "La patria es un don, la nación una tarea", en la cual la Iglesia reclamó una mayor calidad institucional y urgió a la dirigencia a "una actitud de grandeza" que permita "superar el estado de confrontación permanente".
Asistieron, además de Bergoglio, los vicepresidentes Luis Villalba (Tucumán) y José María Arancedo (Santa Fe) y el vocero eclesiástico, sacerdote Jorge Oesterheld. No asistió el secretario general, Enrique Egua Segu, por encontrarse en el exterior.