Los miembros del Consejo de la Magistratura decidieron anoche cubrir el lugar que dejó libre Luis Pelayes en el concurso para designar al nuevo titular del Juzgado de Instrucción Nº 1. El abogado renunció sorpresivamente a la terna de candidatos que llegó con chances y la situación generó polémica, porque en el órgano constitucional había opiniones encontradas sobre si se tenía que elegir un reemplazante o si el nuevo magistrado debía salir de los dos postulantes que quedaron en pie. El cargo en juego es clave, porque es posible que deba hacerse cargo de la llamada megacausa de las expropiaciones, en donde se investiga un presunto fraude millonario contra el Estado provincial.

La resolución del Consejo de la Magistratura salió por mayoría. El cortista Juan Carlos Caballero Vidal, el ministro de Gobierno, Adrián Cuevas; y el diputado oficialista Víctor Muñoz Carpino votaron a favor de nominar a un nuevo aspirante en lugar de Pelayes. Mientras que los abogados Fernando Rahmé y Rolando Lozano se inclinaron por la opción de no elegir a nadie más y que el cargo se defina entre Ricardo Moine y Maximiliano Blejman, los otros dos postulantes que fueron ternados.

La decisión está a tono con la posición de los diputados, que apenas se enteraron de la renuncia, pararon el concurso y mandaron de vuelta el expediente al Consejo de la Magistratura para que nominara a otro postulante.

Los consejeros acordaron reunirse de nuevo el viernes. Ese día elegirán el reemplazante y el nombre saldrá de los demás candidatos que se presentaron a concursar por el Juzgado de Instrucción Nº 1 y que inicialmente no calificaron para el lote de tres postulantes que se mandó a Diputados.

El que inclinó la balanza en la votación de ayer fue Caballero Vidal. Al término del encuentro, que se llevó a cabo en la sede de la Corte de Justicia, le explicó a este diario que la Constitución dice que los diputados tienen que elegir un juez entre una terna de candidatos y al bajarse uno de ellos, Pelayes, dejó ser una terna. Por eso, consideró que es necesario designar otro postulante para conformar de nuevo la terna y que los legisladores puedan definir el concurso.

El cargo en cuestión no es uno más. Pasa que si la jueza de la megacausa de las expropiaciones, María Inés Rosellot, se excusa o se jubila, el que pasaría a intervenir sería el titular del Juzgado de Instrucción Nº 1.

Con su renuncia, Pelayes desató una situación inédita. Si bien se recuerdan un par de casos similares, es la primera vez que un aspirante a ser juez se baja en la instancia final del concurso y deja desarmada la terna que fue mandada a la Legislatura. El escrito que presentó fundamenta la decisión en cuestiones personales, aunque en su entorno aseguraron oportunamente que todo se debe a que tiene una denuncia penal en su contra.