Desde el partido no quisieron hablar de conflictos y aseguraron que la visita se debe a cuestiones institucionales. Sin embargo, distintas fuentes coincidieron en que hay un fuerte enfrentamiento y que el referente nacional viene para intentar calmar las aguas y evitar quiebres en la conducción.
El que dio a conocer la llegada de Schiavoni fue el presidente del PRO en la provincia, Hugo Ramírez. Ayer, en Radio Colón informó que viene para dar detalles de dos encuentros de dirigentes que habrá en Buenos Aires y Córdoba y a conocer la sede partidaria que será inaugurada dentro de poco.
Ramírez se limitó a decir que internamente “hay algunas cositas” y negó que se trate de enfrentamientos. Pero un hombre de su riñón aseguró que hay sectores que responden a los dirigentes Gustavo Raverta y Jorge Amarfil que lo quieren desplazar de la conducción.
Otra de las fuentes contó que se había convocado ayer a una asamblea de delegados para tratar tema, aunque quedó desarticulada cuando se supo que venía Schiavoni, que es uno de los hombres de mayor confianza del líder partidario, Mauricio Macri. Mientras que un dirigente que pidió reserva dijo que a Ramírez le endilgan falencias en su gestión, como por ejemplo no conducir.
Todos los dirigentes aseguraron que Schiavoni viene para poner paños de agua fría. En el entorno de Ramírez aseguraron que bajará líneas para que la conducción local siga como está.
El PRO viene de cumplir una buena performance en las últimas elecciones. A pesar de su corta vida en la provincia, consagró concejales y un diputado. A pesar de eso, las internas no dan respiro. Una de ellas terminó con Wbaldino Acosta Zapata fuera del partido.
