El nuevo esquema tarifario que implementó el Gobierno nacional en febrero -con descongelamiento y aumento de precios- colocó a la Electrometalúrgica Andina en un nuevo escenario negativo y obligó a sus dueños a redirigir las negociaciones. Antes peleaba en los despachos nacionales para poder ser categorizada como industria electrointensiva y eliminar los sobrecostos tarifarios que sus competidores nacionales carecían. Ahora lo hace para lograr que las autoridades atenúen el impacto del tarifazo en el sector industrial electrointensivo para poder exportar a valores de fábricas mundiales similares. ‘’Si esto en definitiva no se lograra, Andina dejaría de ser competitiva en la producción de silicio calcio y de carburo’’, advirtió Patricia Carmona, la presidenta de la fábrica ubicada en Chimbas.
En una entrevista exclusiva con DIARIO de CUYO, la mujer que tomó las riendas de una de las principales plantas fabriles empleadoras de la provincia -con alrededor de 400 empleados- contó la situación por la que atraviesa el establecimiento. Acompañada por su hermana Alicia, la vicepresidenta de la firma, Carmona explicó que la tarifa que termina quedando tras el sinceramiento aplicado por la Nación no es competitiva con el resto de jugadores del negocio de otros países, ‘’y lamentablemente nosotros competimos porque somos estructuralmente exportadores. El 80% de uno de nuestros productos, el carburo; y el 100% del otro, que es el silicio calcio son electrointensivos. Esta situación hace que no podemos ni soñar con trasladar a los precios estos aumentos en un momento de valores de comodities muy bajos’’, aseguró.
Por ese motivo, ahora las negociaciones que lleva adelante en Buenos Aires junto al Gobierno provincial, apuntan a obtener una tarifa diferenciada para las industrias electrointensivas -‘’algo que existe en todos los países del mundo’’, dijo- y pese a que la negociación es más lenta de lo esperado, se mostró esperanzada en obtener una respuesta positiva. ‘’El Gobierno nacional sí habla de una tarifa especial para electrointensivas’’, aseveró cuando se le consultó sobre la existencia de una posición inflexible por parte de la Nación para dar compensaciones eléctricas a un sector en la actual coyuntura. ‘’Creo que está bastante duro para la industria en general que ha sido la gran beneficiada durante él gobierno anterior, pero con las electrointensivas, sí hay un entendimiento; y hay muchos ejemplos en el resto del mundo de hacer una diferenciación’’, señaló; aunque también admitió que no tienen ‘ningún compromiso de plazos’.
En una recorrida por la fábrica ubicada en Chimbas se puede ver que funciona uno de los 5 hornos en paralelo que tiene para quemar piedras de cuarzo y de cal (las materias primas de sus productos); y que funcionan con electricidad, parte de la cual proviene de sus propias centrales hidroeléctricas -1 en la planta, otra en Albardón y 2 en Pocito- aportando un total de 20 Megas al sistema interconectado nacional. Pese a que funciona a cuentagotas, la planta fabril logró acumular desde diciembre un stock que su dueña considera ‘suficiente para abastecer al mercado’’ algunos meses más. A fines del 2015 la firma logró que la Nación la reconociera como electrointensiva y le eliminó por 2 meses un sobrecosto transitorio de despacho eléctrico que no pagaba su competidora nacional, lo que le permitió reanudar la producción con 2 hornos y dejar atrás las suspensiones de personal. Luego vino el tarifazo y a las dos fábricas se las colocó en el mismo esquema tarifario, generalizando al sector. Gracias a un amparo judicial al que le queda alrededor de 40 días, la EMA sigue pagando una tarifa reducida por la electricidad. El objetivo es lograr para el sector una tarifa diferencial para cuando la medida judicial expire.
‘’Otro escenario no estamos evaluando aún, pero es un escenario diferente en el que no somos competitivos. Nuestra convicción es que apostamos a que eso no suceda, Por eso en diciembre Alicia y yo invertimos 1 millón de pesos para que rearranque esta compañía’’, dijo Patricia.

