En la cercanía de su cierre, la empresa Delphi Packard, que fabricaba mazos de cable para autos, echó a un trabajador bajo una supuesta conducta irregular. Tras la decisión, el empleado encaró una demanda y la compañía no pudo demostrar la causal del despido, por lo que el juez del Cuarto Laboral, Federico Soria, la condenó a pagar la indemnización que supera el millón de pesos por una decisión injustificada. La firma quebró, pero el magistrado consideró que la automotriz Peugeot Citroen es responsable solidariamente en el pago de la compensación. ¿Por qué si el obrero no pertenece a dicha empresa? En base a la prueba, el juez entendió que, en el vínculo comercial, Peugeot Citroen tenía bajo subordinación a Delphi, por lo que conformaban un mismo grupo económico, explicaron fuentes judiciales, a lo que agregaron que los abogados de la automotriz darán pelea judicial, ya que apelaron el fallo, el cual ingresará a revisión en la Cámara del Trabajo.

No fue lo único, ya que las fuentes indicaron que Soria también declaró solidariamente responsable a Héctor Méndez (expresidente de la Unión Industrial Argentina) y a la sociedad Carex Develops (cuyo accionista es el propio Méndez). En este caso, el rol del empresario es más claro, dado que fue el comprador de la entonces Delphi y continuador de la actividad comercial. En ese marco, sus representantes legales también apelarán la resolución, indicaron las fuentes.

El trabajador fue identificado como Néstor Pelayes y, según trascendió, su caso puede convertirse en un precedente, ya que no fue el único despedido bajo circunstancias dudosas, por lo que hay otros que han entablado acciones legales.

El empleado fue echado en julio de 2017, bajo el argumento de "pérdida de confianza", debido a que, de manera poco clara, señalaron que sacó rollos de cable del circuito productivo, deslizando una maniobra cuasi delictiva. A través de su abogado Jorge Alberto Osman, el trabajador metió la demanda y el titular del Cuarto Laboral resaltó que desde la firma Delphi no acercaron ninguna prueba que comprobara alguna conducta desleal. Por eso, le hizo lugar al reclamo y condenó a Delphi, a Peugeot Citroen y a Méndez a pagarle la indemnización. Como se trata de una figura de solidaridad, el empleado y su representante pueden ir contra los tres o contra el o los que estén en condiciones de hacerle frente al pago, siempre que la sentencia quede firme.

Lo llamativo del fallo fue la condena a Peugeot Citroen, teniendo en cuenta que el trabajador pertenecía a otra compañía. De acuerdo a lo que trascendió, el magistrado resaltó que, desde 2014, Delphi tuvo como cliente exclusivo a la automotriz, al punto de que llegó a acaparar el 96,25 por ciento de la producción en 2016. Así, hubo una "fuerte dependencia económica y productiva, de lo que puede colegirse que toda la estructura de recursos materiales y de personal humano de Delphi estuvo dedicada a su principal cliente", se resalta el fallo. Además, desde Peugeot Citroen hubo un aporte financiero de poco más de 204 millones de pesos y, cuando la firma de mazos de cable pasó a Méndez, le concedió adelantos y préstamos para que cumpliese con los suministros, cosa que la renombrada Itec no logró, lo que le generó pérdidas a la automotriz, según indicaron las fuentes. Esos fueron algunos de los puntos que revelaron la "influencia" de Peugeot Citroen sobre la ex Delphi, por lo que el juez entendió que ambas estaban unidas y que se puede hablar de sociedades controladas y controlantes. Así, conforman el mismo grupo económico y, por lo tanto, solidariamente responsables.



 

Fundamento

El juez indicó que "sería injusto que el trabajador viera frustrado su crédito debido al vaciamiento de la empresa" que lo empleaba "cuando el grupo fue beneficiado con sus servicios y mediante maniobras que llevaron a la empresa a su situación de déficit".