Impulsor. El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, encabezó los cambios en el Penal, que incluyeron la purga de la conducción, salvo al director, y sumarios a una treintena de guardias. Además, habrá más personal y tecnología.

 

A la par del descabezamiento en la cúpula del Servicio Penitenciario y el desplazamiento de una treintena de empleados, la gestión uñaquista tiene lista una batería de medidas en la cárcel de Chimbas. Ya reordenó los cargos de conducción y hasta fin de año incorporará unos 200 guardiacárceles, entre suboficiales (principalmente) y oficiales. La purga obedeció a la sospecha entre una mezcla de complicidad, corrupción e impericia de algunos penitenciarios en el trato con los presos, al punto de que el ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, responsable político de la unidad, aseguró ayer que "quien quiera conservar el trabajo deberá hacer bien las cosas". Y en materia de control interno, el Ejecutivo instalará más escáneres para requisa, inhibidores de señales de celulares y cámaras de vigilancia en el transcurso del año.

Los drásticos cambios en el Penal se dieron por tres factores. Uno, que el peligroso delincuente Víctor "Chato" Camargo siguiera dando instrucciones a su banda desde la cárcel, vía celular, para la venta de drogas. Es el caso más visible, pero fuentes judiciales también aseguraron que siguen presentes los secuestros virtuales y estafas telefónicas. Otro punto que influyó fue el crimen de José Luis Alé Maldonado, el preso que se había quitado la vida al ahorcarse con una sábana, pero después la autopsia reveló que había fallecido por asfixia debido a un estrangulamiento. Y el tercero fue la cantidad de droga, celulares y armas de fabricación casera que vienen encontrando en poder de los reclusos, lo que revela la permeabilidad de las requisas.

Baistrocchi confirmó que entre dos y tres meses pondrán ocho escáneres: de cuerpo y portátiles y que los bloqueadores de señales de celulares estarán antes de fin de año. Además, se colocarán 24 cámaras de seguridad y se cambiarán los equipos de comunicación interna. Y señaló que 8 oficiales ya están listos para su designación, más 158 suboficiales, pero que en noviembre habrá otro nombramiento para llegar a un total de 200. En ese marco, Gobierno logró el OK en la Legislatura para la creación de 576 cargos (ver recuadro).

Nuevos pabellones

192 Es la capacidad de internos que tendrán los seis pabellones que está construyendo el Gobierno en el sector 1 del Penal de Chimbas.

Las medidas también incluyen un endurecimiento en el reglamento carcelario. Baistrocchi y el secretario de Seguridad, Gustavo Fariña, explicaron que toda visita que ingrese o trate de meter estupefacientes, por ejemplo, se le prohibirá el acceso de manera permanente; habrá restricción a la entrega de alimentos, teniendo en cuenta que el Penal les brinda comida a los internos, y se agilizarán las causas a los presos a los que les encuentren drogas, facas o cualquier material prohibido, lo que repercutirá en una sanción de aislamiento temporario y será un obstáculo para lograr algún beneficio, como las salidas transitorias.

El Gobierno respaldó al director del Penal, el abogado Javier Figuerola, quien sigue en el puesto. En la purga de la conducción, las autoridades ascendieron al subalcaide Víctor Videla en la subdirección. Tal movida provocó que los superiores en cargo a Videla pasaran a disponibilidad. Son los casos del ahora exsubdirector, el prefecto Mario Varela, y el jefe de cuerpo, el subprefecto Víctor Reinoso, quien en la práctica tenía el mando de los penitenciarios. En la movida también fueron desplazados cuatro alcaides mayores: Daniel Quinteros, quien estaba de parte médico; Estela Vargas, separada por otros motivos; Eduardo Mendoza, libre pero sin trabajar, y Mauricio Díaz, detenido en el mismo servicio. Los dos últimos se encuentran procesados por el caso del peligroso reo Federico Fernández Santa Lucía, quien denunció haber sido torturado dentro del Penal.

Además del ascenso de Videla, el Ejecutivo dispuso que el cargo de jefe de cuerpo quedara vacante y estableció que haya jefes por cada uno de los cuatro sectores del Penal. De esa manera, estos responderán directamente ante cualquier anomalía en sus respectivas áreas, ya que manejarán guardia interna, externa y requisa. Los cambios son la base para nueva estructura del servicio, que contará con un director General, subdirector y directores de Unidades, como la Femenina, la de Procesados y la de Condenados.

Sumarios
En la purga se desataron sumarios administrativos y pases a disponibilidad de los cuatro guardias que estaban la noche de la muerte del preso Alé Maldonado. Lo mismo pasó con otros 28 empleados quienes, estando a cargo de la requisa de los pabellones, dejaron pasar drogas, celulares y puntas, dijeron las fuentes.

Histórica cantidad de cargos penitenciarios

El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, envió un proyecto de ley a la Legislatura para la creación de 576 cargos en el Servicio Penitenciario. La iniciativa fue tratada ayer sobre tablas y fue aprobada. Los puestos servirán para que se puedan ir cubriendo las necesidades de personal de la cárcel, teniendo en cuenta que el Ejecutivo incorporará 200 guardias este año y sin la norma, sólo contaba con 48 vacantes, explicó Baistrocchi. En los fundamentos de la norma se señala que por la implementación del procedimiento de Flagrancia se incrementó en un 10 por ciento la cantidad de internos, por lo que se alcanzó un total actual de 1.492. Por ello, se hace mención a la necesidad de contar con personal y cargos jerárquicos y de guardia para la contención de los reclusos.

La última vez que se crearon cargos fue en 2014. En esa ocasión fueron 350 los puestos.