Nerviosa, Evelyn apretaba la mano de su mamá en la entrada de la escuela Paula Albarracín de Sarmiento, poco antes de entrar. Era su primer día de clases en Primer grado y no se la veía del todo convencida de querer quedarse. Pero al fin, Evelyn tuvo que volver a su casa sin conocer su nueva aula, ni saber cuál será su banco: ni bien terminó el acto formal, los padres que esperaban en las galerías empezaron a salir con sus hijos, porque tal como decidieron ayer los docentes, no hubo clases. El desconcierto de los padres que esperaban a sus hijos tenía fundamento, ya que el propio gremio había salido a refutar las versiones de inactividad que circulaban la semana pasada y a sostener, a último momento, que las clases empezaban igual, aunque todavía no existiera acuerdo con el Gobierno por el tema salarial. Pero la realidad indicó lo contrario: fueron más las escuelas que mandaron a los chicos de vuelta a casa que las que efectivamente empezaron el año dando clases.

"Me quedé porque quería saber cuál va a ser el grado de mi hijo, pero los despacharon. La señorita nos explicó que no es un paro, pero que igual no iban a tener clases hoy porque ellas todavía no decidían si hacían paro o no", dijo Norma, mamá de un alumno de la escuela Bernardino Rivadavia. Afuera, en la vereda, un remisero que trasladó a dos hermanitos hasta la escuela, pugnaba por obtener más información. "No me puedo ir hasta no saber si los tengo que venir a buscar a horario o antes. La mamá me contrata siempre para que los lleve y los traiga, así que me voy a quedar un rato más a ver qué pasa", explicó.

En la Normal San Martín, escuela que inauguraba seis nuevas divisiones de primaria en el turno mañana, la confusión era grande. Antes de empezar el acto, nadie sabía si los chicos se tenían que quedar o no. Ni siquiera las nuevas maestras, que aguardaban en un pasillo las novedades que traería la directora, ni los padres, que colmaron el piso superior y esperaron la palabra oficial de los directivos para saber si tenían que llevarse a sus hijos o dejarlos en la escuela.

Cuando terminaron las palabras de bienvenida a los alumnos, la directora se digirió a los padres y les explicó la situación: "Ustedes saben que el sector docente está en diálogo por el tema de los salarios con el Gobierno. Por eso, hoy los chicos no van a tener clases, para que las docentes de la escuela puedan reunirse a dialogar y así avanzar lo más pronto posible en este tema", dijo. Ansiosos, los padres querían averiguar qué pasaría hoy, a lo que las maestras explicaban pacientemente que "hay que estar atentos a los medios de comunicación". De todos modos, la decisión oficial del gremio hasta anoche era que hoy hubiera actividad normal.

"Escuchen la radio para saber qué va a pasar mañana" fue la indicación más repetida a la salida de las escuelas a los padres que se retiraban con sus niños, después de un primer día de clases fallido, en el que sólo hubo actos y discursos.