Decisión. Juan Pablo Ortega (a la izquierda) es el director de la Escuela de Capacitación Judicial, donde Di Vincenzo llevó a cabo su disertación. El funcionario local suspendió el curso y De Sanctis lo respaldó al darle de baja al programa.

El escándalo por el capacitador de Sedronar que estuvo borracho durante un curso en San Juan ya generó consecuencias. Un área del organismo nacional congeló sus actividades y disparó la actuación interna ante Recursos Humanos del organismo nacional. Y la Corte de Justicia, que tenía bajo su órbita la capacitación, le envió una nota a la Secretaría, en la que el presidente Guillermo De Sanctis repudió la conducta del profesional, le pidió a las autoridades que aplique una sanción ejemplar y le dio de baja a la jornada, pese a que desde Sedronar apuntaban a que se siguiera con el cronograma.

No hubo un comunicado oficial de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina, conocida como Sedronar, pero sí se envió a este medio la respuesta que Fernando Trabucco, director del Área de Capacitación, le mandó al titular de la Escuela de Capacitación Judicial de la Corte, Juan Pablo Ortega, quien había informado al organismo sobre la bochornosa situación. En el escrito, el funcionario nacional manifestó que se encontraba "azorado" por el relato y "consternado por semejante situación y sus alcances (...) Es para nosotros una absoluta sorpresa", a la vez que detalló las medidas preventivas e internas tomadas contra el capacitador José Antonio Gómez Di Vincenzo. Además, resaltó que el objetivo es "que los participantes de la cursada puedan recibir los contenidos del programa de formación en su totalidad" y que "el tema de pasajes y viáticos para los días 12 y 13 de agosto ya se encuentran emitidos y liquidados y sería un tremendo engorro (sic) revertir las cuestiones administrativas asociadas, ya que exceden a nuestro propio organismo". Es decir, en Sedronar apuntan a seguir con las ocho actividades previstas para este mes y septiembre.

El último punto del planteo se debió a que Ortega había decidido suspender los cursos de la próxima semana tras el escándalo. Y desde la Corte no sólo ratificaron la postura del funcionario local sino que también dejaron sin efecto "el dictado de los siguientes módulos del programa y, en consecuencia, darlo por terminado", según señala la carta a la que accedió este medio. También se solicita que se tomen "las sanciones que correspondan" para que tengan un "efecto ejemplificador".

Todo estalló a fines de julio. A través de un convenio entre Sedronar y la Junta Federal de Cortes, a la que está adherida el máximo tribunal local, el primero de los organismos envió a San Juan a dos capacitadores para que desarrollen el programa "Políticas sobre drogas y problemáticas del consumo" para funcionarios y magistrados del Poder Judicial. Uno de los profesionales fue Di Vincenzo, licenciado en Educación y empleado del organismo, quien el lunes pasado dio su disertación. Hasta ahí todo bien, pero el escándalo estalló al día siguiente, cuando participó como oyente de la charla de un colega suyo.

De acuerdo a lo que Ortega le indicó a la Corte y al organismo nacional, los participantes del curso informaron que Gómez Di Vincenzo se encontraba en "un avanzado estado de alcoholemia", dado que emanaba un "fuerte olor etílico". Así, tuvo "groseros e inadecuados comportamientos", dado que se le acercó a una mujer y le susurró cosas al oído, en una actitud acosadora. En la nota que De Sanctis le envió a Sedronar, se da cuenta que hubo al menos otras dos mujeres a las que acosó. Además, se quedó dormido en la primera fila durante la exposición de su compañero Fernando Ferreyra y luego se lo vio mirando a través de un vidrio de un salón contiguo donde se realizaba una capacitación por parte de la Oficina de la Mujer.


Misiva
 

Como presidente de la Corte de Justicia, Guillermo De Sanctis se dirigió hacia el secretario de Sedronar, Roberto Moro. En la nota, manifestó su desagrado por la conducta de José Gómez Di Vincenzo. Señaló que tuvo un comportamiento "notoriamente imprudente y grosero y asombrosamente insólito".