El presidente de Chile, Sebatián Piñera hizo un alto en los festejos del Bicentenario de la Independencia de Chile para
una reunión de 35 minutos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la que reiteró, esta vez cara a cara,
el reclamo de su gobierno para que autorice la extradición del ex guerrillero Galvarino Sergio Apablaza Guerra. Se trata de un ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) a quien CFK analiza otorgarle el asilo político, pedido que apoyan ampliamente las organizaciones de Derechos Humanos de Argentina pero que abrió un frente de conflicto en las relaciones bilaterales con el país trasandino.
Antes del encuentro, Cristina había dicho a la prensa chilena que "no hubo ni habrá un frente de conflicto con Chile por Apablaza Guerra y se manifestó a favor de "respetar el orden jurídico de cada país’, al tiempo que anticipó que no tomaría ninguna decisión al respecto hasta después del encuentro bilateral con Piñera. De todos modos, como no hubo contacto con la prensa tras la reunión, anoche al cierre de esta edición, se desconocían más detalles del contenido de la reunión. Luego del encuentro en La Moneda, Cristina, que fue recibida en Santiago por el embajador argentino Ginés González García, se dirigió al Estadio Nacional de Santiago para participar de los actos por el Bicentenario de Chile.
El ex guerrillero llegó a la Argentina huyendo de la Justicia chilena en 1993 y actualmente vive en una quinta de Moreno, en las afueras de Buenos Aires. En el país vecino se lo acusa del ser el autor intelectual de un senador pinochetista en 1991 cuando Chile había ya recuperado la democracia, pero mantenía al frente del Ejército al general Augusto Pinochet. Ante de la reunión con su par argentina, Piñeira ya había anticipado su postura al decir que Apablaza "debería ser juzgado en los tribunales chilenos’. Yo creo que una persona que cometió un crimen tan grave, y que le costó la vida a un senador, y lo cometió en Chile, debiera ser juzgado en los tribunales chilenos. Y para eso estamos trabajando", manifestó Piñera por la mañana.
El caso tomó actualidad después que el martes pasado la Corte Suprema de Justicia fallara a favor de la extradición pero finalmente dejó en suspenso la resolución hasta el pronunciamiento de la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), dependiente del Ministerio del Interior que estudia el caso.
En Chile, las fuerzas del oficialismo y la oposición se manifestaron a favor de la extradición, pero Cristina Kirchner aún no tomó una determinación sobre el asunto: por un lado enfrenta el pedido diplomático y, por el otro, el reclamo de organizaciones y dirigentes de Derechos Humanos en la Argentina que están a favor del ex guerrillero acusado de homicidio y secuestro.
Desde la defensa de Apablaza, el abogado Rodolfo Yanzón aclaró ayer a la agencia DyN que el eventual otorgamiento del carácter de refugiado "no puede entenderse en absoluto como un daño a las relaciones bilaterales’ con Chile y denunció la "persecución política’ de parte del "pinochetismo’.
Yanzón afirmó que "el refugio político no es un acto gracioso, sino que es un análisis sobre la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados’ y sobre la importancia de "cumplir con los pactos internacionales de Derechos Humanos’.

