"La gente se queja, pero la verdad es que nosotros sólo podemos aplicar multas a la institución, que a su vez, las paga pero no arbitra soluciones. La realidad es que se siguen sumando servicios, pero el banco no suma más personal ni cajeros. Hay que cambiar la ley anticolas", dijo rotunda, la titular de Defensa al Consumidor, Ana María López de Herrera.

Fue ayer, al consultarle respecto a las quejas de la gente sobre el nuevo flagelo de la ciudad: Las interminables colas en bancos, cajeros automáticos y rapipagos, de personas de todas las edades que esperan para poder cobrar sus sueldos o planes sociales, y otras intentando pagar sus impuestos y servicios.

"Para mí, hay que discutir una modificación a la ley vigente", reiteró la funcionaria, cuyo pedido se suma a un proyecto del oficialismo que fue presentado infructuosamente en el 2008 (ver aparte). La funcionaria dijo que su intención es principalmente agregar que los organismos que prestan servicios a los bancos también sean solidariamente responsables, en caso de que los bancos no cumplan con la ley anticolas. Sin embargo, destacó que serán los legisladores quienes deben estudiar los cambios específicos que hay que realizar "para que la ley sea aplicable", y que es algo que les va a sugerir cuando se inicien las actividades legislativas en la provincia.

López de Herrera destacó que en la actualidad la modificación de la ley debe ser "urgente" debido a la irrupción de una importante cantidad de nuevos clientes por la incorporación masiva de jubilados por moratoria, asignaciones por hijo y otros planes sociales, además de la reciente posibilidad de comprar ordenes de obra social por cajeros automáticos. "Se han incorporado muchos servicios y bancarizados, pero la cantidad de cajeros humanos y automáticos son insuficientes. Las entidades no han incorporado más personal o nuevos cajeros", dijo la funcionaria.

Nuevas tarjetas

Pese a insistentes pedidos de este diario, no fue posible obtener de los bancos la información de cuántos clientes tenían por ejemplo hace 5 años respecto a los actuales, como así también si aumentó el número de cajeros en ese lapso. No obstante, de la información suministrada por las respectivas áreas gubernamentales se consiguió un dato revelador: En el último año y medio hay por lo menos 69 mil nuevas tarjetas de débito más que corresponden a las nuevas jubilaciones que se hicieron sin aportes (32.000), unas 20.000 por la asignación universal por hijo y otras 17.000 tarjetas alimentarias. A eso se suman un movimiento extra de unas 60 mil personas más que se acercan al cajero automático desde el mes pasado en que se implementó la compra de ordenes de consulta por parte de la Obra Social Provincia (ver abajo).

La ley anticolas Nro. 3789 fue sancionada en el 2003 en San Juan y establece multas que van de los 500 a los 50 mil pesos a las entidades o comercios que hagan esperar más de 30 minutos haciendo cola para pagar algún servicio o acceder al cobro de su salario, jubilación o beneficio social. "No se cumple. Los bancos prefieren pagar la multa antes que modificar el sistema de atención. No es imposible hacerlo, por ejemplo, en Buenos Aires van 2.000 personas por día a sacar el pasaporte y tienen un sistema tan ágil que uno no tiene que esperar tanto", dijo la funcionaria.

Para quejarse, la gente debe pedir un libro y hacer rubricar la demora (ver aparte), pero ante el fastidio y viendo que no se obtienen resultados, prácticamente ya no hacen denuncias. "No hay denuncias efectivas, sí llama mucha gente por teléfono para exponer su queja y nos pide que actuemos de oficio", admitió López. Agregó que las mayores quejas además del centro, provienen de Caucete -donde hay un solo cajero para unas 50 mil personas- y de Rivadavia que con 90 mil habitantes posee dos cajeros para realizar extracciones o pagos.

Esa congestión ha provocado además un éxodo masivo a los rapipagos o agencias de quiniela que últimamente también muestras largas colas los día de vencimiento de facturas de servicios. En Defensa al Consumidor no tienen denuncias por infracción a la ley anticolas en estos comercios.