En el marco de la feroz disputa interna de la UCR, el actual presidente, Hugo Dominguez, recibió un duro revés en sus aspiraciones de asumir su segundo mandato. El Juzgado Federal con competencia electoral resolvió que no podrá estar nuevamente al frente del partido porque si bien ganó las elecciones con el 57% de los votos, no lo hizo con los dos tercios, es decir, el 66 por ciento, tal cual lo establece la Carta Orgánica Nacional. El fallo está en sintonía con lo que había planteado la oposición, liderada por Miguel Miranda, que había recurrido a la Junta Electoral de la fuerza, en donde consiguió frenar la asunción. El oficialismo recurrió a la Justicia para intentar dar vuelta el escenario, pero el resultado fue adverso.
La resolución causó sorpresa y malestar en la actual conducción. El sector de Dominguez ahora tiene 3 días hábiles para recurrir a la Cámara Electoral Nacional para revertir el fallo. Sin embargo, el todavía presidente radical aseguró que su postura es no apelar para evitar la exposición y el desgaste del partido en instancias judiciales. De todas formas, dijo que acatará si todo su espacio decide utilizar esa vía. En el caso de que no lo hagan y quedara firme la decisión, los 18 delegados que resultaron electos deberán autoconvocarse y elegir al nuevo presidente, según explicó Juan Pons, apoderado del partido. De esos integrantes, 12 responden al oficialismo, por lo que si de ahí surge la máxima autoridad partidaria, pertenecerá al sector de Dominguez. Por eso, este último manifestó: “Que no festeje la oposición su mediocridad, porque el futuro titular será de nuestro grupo. Se burlaron de la voluntad de los afiliados. Acá el que perdió fue el radicalismo”.
Así, apuntó contra el sector de Miranda, desde donde salió el planteo que frenó su asunción, luego de su triunfo en los comicios del 1 de junio. “Tengo que decirle a los afiliados que no hemos erradicado prácticas del pasado y hay gente que anda con el cuchillo tras el poncho para dar puñaladas”, resaltó.
La interna radical estalló en la previa de las elecciones, cuando la Junta partidaria le dio de baja a la lista de Domínguez. Desde el oficialismo dijeron que se trató de una maniobra de la presidenta del organismo electoral, Nélida Roldán, dado que respondía a Miranda. Pese a esa disputa, hubo tregua, ambos sectores fueron a las urnas, en donde ganó Dominguez. Pero el nuevo planteo truncó su asunción.

