Por primera vez desde que permanece internado en la sala de Terapia Intensiva del Hospital Guillermo Rawson, tras el accidente del helicóptero del viernes pasado, el gobernador José Luis Gioja abrió ayer por la mañana los ojos, su esposa Rosa Palacio le preguntó si le podía dar un beso y con gestos respondió que sí y más tarde pudo mover los brazos y las piernas. Son todas señales alentadoras de la buena recuperación que está manifestando el funcionario, luego de permanecer sedado durante todos estos días.

El primero en contar que había abierto los ojos y que hasta una lágrima había corrido por su mejilla fue Gastón, el hijo mayor del mandatario, quien se mostró muy contento con la novedad.

“Vamos bien, tenemos plena confianza en el equipo médico y nunca dudamos en traerlo hasta este hospital, porque es donde él hubiera querido estar”, dijo el joven.

Poco antes del mediodía, luego de haberlo visitado en su habitación, el jefe de Gabinete del Gobierno nacional, Juan Manuel Abal Medina, quien llegó de visita a la provincia, relató otro episodio que la esposa de Gioja, Rosa Palacio, le había contado. Consistió en que cuando despertó, ella le preguntó si le podía dar un beso y él con gestos le respondió que sí.

Aunque quisiera, el mandatario no puede hablar porque le han practicado una traqueotomía, que no es otra cosa que un agujero en su traquea, y le introdujeron una cánula para facilitarle la respiración y poderle quitar más rápido el respirador artificial al que está conectado.

Según explicó Roberto Correa, que es el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y médico con una doble especialización, primero como cardiólogo y después como terapista, a Gioja le han empezado a reducir la medicación para que pueda empezar a respirar por sus propios medios. Luego de haber trabajado durante 28 años en la Terapia Intensiva del Rawson, Correa es un testigo calificado de los avances que día a día está mostrando la salud del Gobernador de la provincia.

Según contó el profesional, en otro momento de la mañana, el mandatario empezó a responder a otros estímulos y movió los brazos y las piernas, todos síntomas de que ha empezado a despertarse.

Además, y después de 5 días en los que el mandatario estuvo conectado al respirador artificial y de no haber estado nutriéndose normalmente, Correa explicó que se produce en los enfermos la llamada miopatía, que es la reducción de la fuerza muscular y también se resienten los movimientos respiratorios. Por eso el equipo médico que lo atiende decidió practicarle una traqueotomía, para acortar el período de destete del respirador.
En la jornada de ayer se dio a conocer el parte médico número 13, que corresponden al séptimo día de internación del enfermo, firmado por Jorge Mira Blanc, gerente técnico del Hospital Rawson, bajo la supervisión del ministro de Salud de la provincia, Oscar Balverdi.

Según la información suministrada, el mandatario sigue sin fiebre, con sus signos vitales estables y sin el apoyo de drogas vasoactivas. Eso significa que tiene buena presión arterial y frecuencia cardíaca normal, por lo que no es necesario aplicarle drogas de apoyo. Además, su función renal es normal y con una mejoría progresiva de la oxigenación de la función pulmonar.
Sobre las fracturas del enfermo, Correa manifestó que presenta 3 fracturas costales en el hemitórax derecho, que se van a soldar solas y no requieren ningún otro tratamiento más que la espera. Pero las fracturas de clavícula y de omóplato, más la fractura de la carilla posterior de la primera vértebra lumbar se van a solucionar después, cuando el cuadro general del paciente haya pasado de la gravedad que ha padecido. “No nos preocupa en este momento eso porque no hay déficit orgánico que pueda ser atribuido a las fracturas”, dijo.

Sobre los picos de fiebre que padeció el accidentado manifestó que en todo paciente que ha sufrido hematomas se producen en algunos momentos la elevación de la temperatura, pero aclaró que no hay signos de laboratorio que hablen de infecciones y tampoco dijo que haya signos de nuevos focos de sangrados.
También ha empezado a recibir alimentación por sonda y ha comenzado a mover los intestinos. “Son todos datos alentadores, pero no hay que caer en la ansiedad de creer que todo se soluciona ya”, sostuvo.