En un vivero tradicional para proveer al sector agrícola lo normal es sembrar, sacar gajos y transplantar, sabiendo que algunos plantines sobrevivirán con mayor o menor calidad, y otros morirán. Ahora, un consorcio público-privado sanjuanino persigue un proyecto más ambicioso: lograr a través de prácticas de la biotecnología la producción masiva de plantines in vitro, clonados de los ejemplares más resistentes y de mayor calidad que se obtengan del campo sanjuanino, los cuales tendran garantizada la sanidad, mayor rendimiento y uniformidad de cultivo. En otras palabras, una suerte de vivero-fábrica-laboratorio, cuyo objetivo será producir miles de super plantines, todos con las mismas características de excelencia. El objetivo apunta al pistacho, vid y cultivos hortícolas en general.

El proyecto requiere una inversión de 30 millones de pesos y en él se han embarcado el Ministerio de Producción y la Secretaría de Ciencia y Tecnología, en asociación con varias empresas privadas representadas por por una que es Iceberg, una exportadora hortícola. El grupo está tras la obtención de un subsidio proveniente de un fondo millonario que ofrece la cartera de Ciencia Nacional para desarrollar grandes proyectos regionales de innovación tecnológica.

La competencia es fuerte -las provincias han presentado 170 proyectos y hay cupo solo para 30- pero aquí hay confianza en obtenerlo, por la importancia del emprendimiento. ‘’Lo vamos a pelear con uñas y dientes’’, dijo Tulio Del Bono, el secretario local de Ciencia y Tecnología, área que es una de las patas de la iniciativa. ‘’Queremos construir una biofábrica. Un vivero con tecnología, donde por ejemplo se seleccionarán de las fincas las plantas de pistacho, o de tomates que mejor sobrevivieron a una helada, a una ola de calor o a los hongos u otras enfermedades, las reproducimos con técnicas de clonación genética, de plantas in vitro, y tendremos la seguridad de hallar la mejor planta para nuestros cultivos’’, explicó Del Bono. Marcelo Alós, el titular de Producción; agregó que ‘’se podrá ubicar la planta más productiva y clonarla, pero también ensayar y lograr especies que consuman poca agua o sean resistentes a las plagas’’.

ANTECEDENTE:

La iniciativa sanjuanina no es nueva. Se trata de una copia, adaptada a los cultivos sanjuaninos; de la Biofábrica Misiones, un emprendimiento que funciona en Posadas, en coordinación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, las universidades Nacional de Misiones y Nacional del Nordeste, y la Universidad Nacional Marta Abreu de las Villas, Cuba. Inaugurada en octubre de 2006, la biofábrica es actualmente la nave insignia del parque tecnológico misionero, una fotocopiadora gigante que produce más de 5 millones de plantas cada año y mediante la cual la provincia está recuperando sus bosques de pinos y eucaliptos diezmados por la deforestación, además de innovar en otros cultivos (ver aparte). Del Bono dijo que como ocurrió en aquel emprendimiento, aquí será necesario capacitarse con técnicos cubanos que crearon la biotecnología aplicada a las plantas, con la cual reproducen en forma masiva la caña de azúcar. ‘’Además tendremos que formar y capacitar personal especializado en Misiones para que trabajen luego en San Juan’’, agregó. Estiman que será clave el convenio de cooperación firmado esta semana con el Conicet, pionero en la biotecnología. En la provincia aspiran no sólo a mejorar la agricultura, sino también encarar la recuperación de los bosques de retamo, casi extinguidos en los campos sanjuaninos.